viernes, 8 de febrero de 2008

Alimentación en los bebés: integrando alimentos sólidos

La buena y adecuada alimentación en los bebés y los niños es fundamental para un sano y normal desarrollo de todas sus capacidades, tanto físicas, mentales y sociales. Un niño mal alimentado no solo tendrá problemas en su desarrollo físico, sino que además su capacidad analítica y de relacionamiento con los demás y su capacidad de adaptación a nuevas situaciones y ambientes, se verá seriamente afectada.

Una mala nutrición en la primera infancia (de 0 a 8 años) puede tener efectos terribles e irreversibles. Un niño alimentado incorrectamente tendrá problemas de aprendizaje, de comportamiento, de rendimiento físico y en su salud reproductiva en el futuro.

Por lo tanto es muy importante prestar mucha atención a este tema aun cuando son bebés.

Durante los primeros meses el bebé solo se alimentará de leche materna o fórmula según el caso, y entre el cuarto y sexto mes se le comenzarán a dar sus primeras comidas sólidas. Ya te hemos explicado lo necesario y fundamental que debes saber acerca de la leche materna y de la fórmula.

El bebé debe ser controlado mensualmente para que el pediatra haga los controles del peso y tamaño, para ver si su crecimiento es normal y saludable. El pediatra se encargará de decirte qué alimentos deberás ir incorporándole paulatinamente y cómo.

Te explicaremos lo básico de la alimentación del bebé para que tengas una idea general de lo que es correcto.

El pediatra te recomendará, alrededor del quinto mes, que comiences a alimentarlo con papilla de algunas frutas y verduras.

Las primeras veces que intentes alimentarlo, te sentirás totalmente defraudada, habrás preparado la papilla con mucha dedicación y cuidado, y seguramente casi toda la comida termine en cualquier lugar menos en la boca de tu bebé. Es que los bebés solo se han alimentado con líquidos, no saben masticar ni tragar, solo succionar. Además solo conocen el gusto de la leche, por lo tanto otros sabores seguramente al comienzo le den asco, y hasta arcadas, y escupa todo o casi todo No te preocupes, esto es normal. Debes armarte de paciencia y repetir el procedimiento todos los días, ser constante es fundamental para que el bebé se vaya adaptando a la ingesta de alimentos sólidos. Verás que paulatinamente el bebé comenzará a tragar poco a poco la comida. Es importante que sus primeras comidas sean de gusto suave, para que no le den tanto asco. Cada bebé es diferente y consumirá los alimentos a su propio ritmo.



Los nuevos alimentos deben ser introducidos de a poco en la dieta del bebe, y debes seguir simultáneamente con la leche materna o la formula.

La cantidad adecuada que debe ingerir, el bebe te lo hará saber. Cuando no quiera más no lo obligues a comer de más, que coma la cantidad que quiere, si lo acostumbras a comer más de lo que necesita y quiere, aumentas las posibilidades de que cuando sea mayor se alimente en exceso y esto puede generar obesidad. Cuando ya no quiera mas, ya esta.

Se comienza con cereales sin gluten: sémola, maicena, arroz (el gluten es una proteína vegetal que contienen cereales como el trigo, avena, cebada y centeno) y zumos de fruta, luego papillas de vegetales y frutas. Luego las carnes, cereales con gluten: trigo, avena, cebada y centeno. Luego vendrán el yogur natural, el pescado, la yema de huevo, y finalmente el huevo completo. Y ya al año de vida, esta apto para casi todo tipo de comida, por supuesto siempre comida sana y suave, nada de frituras ni condimentos fuertes. Y ya puede tomar la leche de vaca y lácteos.

Quizás tu bebé presente alergias a ciertos alimentos. Algunos síntomas de alergia a las comidas pueden ser:

Dolor de estomago
Diarrea
Erupciones cutáneas
Estornudos
Vómitos
Por esta razón también es aconsejable incorporar los alimentos de a poco, y observar qué reacción tienen en el bebé, y detectar si presenta alguna reacción alérgica. Si introduces en la dieta los alimentos de forma paulatina te será más fácil identificar a qué elemento puede ser alérgico el bebé. Si esto llegara a suceder debes interrumpir la alimentación de ese alimento y consultar con el médico inmediatamente.

La lactancia: un vínculo único entre madre e hijo

La leche materna es el mejor y más completo alimento que puede recibir tu bebé. No sólo le estarás pasando todos los nutrientes indispensables para su crecimiento, sino que además le pasas tus propios anticuerpos, evitando así que se enferme siendo muy pequeño y no lo suficiente maduro para afrontar las enfermedades. Además de esto, amamantar es un momento tan sublime que quedará en tu recuerdo como una de las cosas más bonitas vividas. Se establece y fortalece la relación madre-hijo, dándole además a tu bebé la sensación de protección y seguridad que necesita para ser una persona segura de si misma, incidiendo así de manera positiva en la formación de su personalidad. En un parto natural, apenas el bebé nace ya busca instintivamente el pecho de la madre, por lo tanto es la primera experiencia importante interactiva que tiene con otra persona.

A medida que el bebé crezca, la leche materna lo ayudará a adaptarse a los alimentos que le incorporarás paulatinamente, ya que irá necesitando otros nutrientes además de los que le pasas con la leche. También le evitarás alergias y ayudarás a su salud dental. También se ha comprobado que el amamantamiento disminuye el riesgo de muerte súbita en los lactantes.

Si eres madre primeriza, te sentirás un poco preocupada al comienzo, no sabrás cual es la postura correcta para que tu bebé pueda succionar con comodidad, pero con el correr de los días encontrarás la forma adecuada y más cómoda para los dos, es que cada pareja madre-hijo es única, y los dos encontrarán la mejor manera.

En la primera mamada, lo más probable es que tu bebé no pueda alimentarse, porque todavía no has comenzado a producir leche, pero a pesar de esto es indispensable que él succione, porque de esta manera estará estimulando a tus pechos a que comiencen a producirla. La primera leche que sale se llama calostro. Es un líquido amarillento y muy aguado, pero es el mejor alimento que tu hijo puede recibir en sus primeros días de vida, ya que es riquísimo en elementos inmunizantes y lo ayudará a limpiar todo su sistema digestivo. Verás que sus primeras materias fecales serán de color verdoso oscuro, que se llama meconio.

Con el correr de los días tu leche se irá poniendo cada vez más espesa y blanca, hasta que finalmente tus pechos producirán la leche definitiva.

En las primeras semanas de tu bebé, puede ocurrir que tus pechos se congestionen, los sientas afiebrados, duros, sobrecargados de leche. Es que con el estímulo de succión al principio tus pechos elaborarán más cantidad de leche de lo que tu bebé necesita. Trata de alimentar más a tu bebé, pero si con esto no alcanza, extrae la leche en forma manual. Hay unos succionadores muy prácticos que te pueden ayudar a sacar el exceso de leche. Te sentirás muy aliviada. Con el correr de los días, tus pechos se adaptarán a la demanda del bebé y ya no producirás mas leche de lo que él necesita.

Para saber cada cuanto tiempo debes alimentarlo, te diría que generalmente es cada 3 o 4 horas, pero con el tiempo el mismo bebé te hará saber lo que necesita. Lo mejor es darle pecho “a demanda“. Te lo hará saber llorando, o haciendo movimientos a los costados como buscando el pezón, se queja, se retuerce, con el tiempo entenderás las maneras que él tiene de comunicarte sus asuntos. No es lo mismo un llanto de hambre, de dolor, de molestia, tú sabrás decodificar sus mensajes mejor que nadie a medida que lo vayas conociendo.
No necesitas una dieta especial, solo se te recomienda que tomes muchos líquidos, lácteos, caldos, jugos, agua. Sobre todo trata de consumir alimentos ricos en calcio, ya que la mayor parte del calcio que consumas se lo estarás pasando a tu bebe.

El amamantamiento es indispensable los primeros tres meses de vida de tu bebe, aunque lo mejor y más recomendado es hasta los 6 meses como mínimo, ya que por lo general en este periodo es cuando se le incorporan otros tipos de alimentos. La mayoría de los pediatras lo recomiendan hasta 1 año de vida o 2, cuando el niño empieza a relacionarse con personas distintas a las de ámbito familiar, y comienza a tener sus propias actividades independientes.

Ecografías 3D y 4D, ver al bebé de manera tridimensional y en movimiento

La ecografía es un procedimiento muy sencillo, que no tiene ningún efecto secundario para la madre ni para el bebé. El paciente se acuesta sobre una camilla, se le aplica un gel sobre la zona a estudiar, y el médico mueve el transductor sobre la piel, el cual emite señales de ultrasonido, que luego la tecnología traduce y compone en imágenes.

Es una herramienta muy utilizada en el embarazo, lo normal es tener un control cada unos 3 o 4 meses, y permite hacer un seguimiento de la formación y evolución del bebé. Hasta hace poco tiempo sólo se realizaban ecografías 2D. En estas se puede ver al bebé en dos dimensiones, una imagen plana, sin volumen, en la que se puede también ver el movimiento del feto.

Pero hace relativamente poco tiempo apareció una nueva tecnología, la ecografía 3D y 4D.

La ecografía 3D permite ver al bebé de manera tridimensional en pantallas de alta resolución. Por el momento sólo permite ver imágenes fijas, aún no es en tiempo real. Permite que se vea el volumen, y según la intensidad aplicada, se puede seleccionar el tejido que se quiere ver, por lo que permite hacer una reconstrucción en 3 dimensiones de la morfología externa del bebé o de los huesos. El color lo aplican los técnicos que realizan la ecografía, ya que el sonido no tiene color.

La ecografía 4D, se logra mediante la reconstrucción secuencial de las imágenes captadas por la 3D, y esto permite ver el bebé en movimiento. Se le llama 4D, no porque se refiera a la cuarta dimensión, sino simplemente para distinguirla de la 3D.

Se logran imágenes espectaculares, y se puede realizar en cualquier etapa del embarazo. Pero sin duda, el período ideal es entre las 24/25 semanas y 30/31 semanas. En el 75% de los casos se puede ver la carita del bebé, a veces es difícil de ver por la escasez de líquido amniótico, o porque las manos o el cordón umbilical cubren la cara del bebé.

Se puede ver cómo el bebé patea, ríe, bosteza, se chupa el dedo, verlo es realmente muy emocionante, y un momento totalmente inolvidable. Además ayuda a disminuir la ansiedad de los padres que se encuentran en la dulce espera.

Controles en el embarazo

Los controles prenatales son las visitas programadas al médico, y se realizan con el fin de vigilar y evaluar la evolución de la madre y del bebé durante el embarazo, para prevenir y detectar posibles problemas. El médico será la persona a quien debes consultar todas tus interrogantes, él debe estar al tanto de todo lo que te sucede.



Los controles en el embarazo deben comenzar cuanto antes. Apenas la mujer sospecha o haya confirmado su embarazo con un test, debe ir al médico.

En la primer visita el médico te hará muchas preguntas sobre tu historial médico y el de tu familia. También te mandará hacer análisis de sangre y orina y te harán un examen físico completo.

Estos son los análisis más comunes en la primer visita:

Exámenes de sangre: Hemograma, hemoglobina (verificar si hay anemia), grupo sanguíneo y factor Rh (descarte de incompatibilidad materno-fetal), glicemia, reacciones serologicas para sífilis, test de ELISA para HIV, dosaje de anticuerpos para rubéola, toxoplasmosis, y otras infecciones de interés.
Examen completo de orina: en busca de infección urinaria.
Toma de muestra de secreción vaginal, si fuera necesario.
Test de citología (Papanicolao), para descartar Cancer de Cuello Uterino, si fuera necesario.
La frecuencia de visitas al médico en un embarazo normal es:

Los primeros 6 meses del embarazo realizar una visita mensual.
Los meses 7 y 8 cada 2 o 3 semanas.
Por último, luego de la semana 36 una vez por semana.
Si el embarazo presenta alguna complicación o situación que necesite un mayor y más cuidadoso seguimiento, los controles serán más frecuentes según como los programe el médico. Esto puede darse en el caso de tener diabetes, hipertensión, haber tenido alteración en embarazos anteriores, embarazo múltiple, etc.

Debes tener en cuenta que mientras tu bebé esta en el vientre, sus necesidades pueden afectar tu salud, así como tus hábitos pueden afectar la de él. Dependen el uno de otro, y lo que afecta a uno, seguramente afectará al otro.

En las visitas posteriores a la primera, te controlarán lo siguiente:

El médico te preguntará acerca de los acontecimientos relacionados con el embarazo (síntomas o signos de alarma).
Controlará el aumento de peso de la gestante.
Controlará los signos vitales, en especial la presión arterial de la gestante para prevenir la preeclampsia.
Controlará el tamaño del bebé en relación a su edad gestacional, midiendo la altura uterina.
Pedirá e interpretará algunos exámenes que sean necesarios.
A partir de la semana 26 vigilará la frecuencia cardiaca del feto y la presencia de movimientos fetales.
A partir de la semana 36 re-evaluará la pelvis materna, ahora comparándola con el tamaño del bebé.
También serán necesarias pruebas funcionales de ecografía y otras para clarificar la anatomía, situación, presentación y posición del feto.
Según la frecuencia que el médico considere adecuada, se te controlará el nivel de azúcar en la sangre para prevenir la diabetes gestacional.
El medico determinara si es necesario darte un suplemento de multivitaminas, yodo o hierro.
Ecografías

La primera ecografía te la harán entre la semana 8 y 12. Es muy importante porque en ella comprobarán:

Si el embarazo es ectópico o si esta fuera de la cavidad uterina.
Comprobar que la gestación tiene un embrión y que esta vivo.
Saber cuantos embriones se están desarrollando. Cuantos más embriones sean, más riesgo tendrá el embarazo.
Precisar exactamente la semana de gestación, de esta manera se puede comprobar si el feto se esta desarrollando normalmente o no.
Las siguientes ecografías se harán entre las semanas 18 y 20 y otra entre la semana 34 y 36.

Importancia de la ecografía en la semana 20:

En la semana 20 el feto ya se encuentra totalmente formado, por lo tanto ya se pueden detectar malformaciones ya sea en el riñón, cerebro, corazón, etc.
Se puede observar si la placenta esta bien implantada y localizada (placenta previa)
Se medirá la cantidad de líquido amniótico.
Se mirará el cordón umbilical.
Se pueden ver algunas anomalías en determinados órganos que pueden poner en manifiesto si existe alguna enfermedad cromosómica.
Otros posibles controles durante el embarazo:

Triple screening, Translucencia nucal, Biopsia de corion, Amniocentesis, todos estos estudios son para detectar posibles anomalías cromosómicas.

Ecografía Doppler - Cuando se tiene sospecha de algún problema fetal, ya sea retardo de crecimiento intrauterino, problemas en algún órgano del bebé (sobre todo el corazón), etc.

Ecografías 3D o 4D - Es una ecografia como la común pero en 3 dimensiones, no aporta más datos que una ecografia común, pero se puede ver la carita del bebé en 3 dimensiones, lo que tranquiliza a muchas mamás.

Triple Screening o triple test, prueba en el embarazo para detectar anomalías cromosómicas.

El Triple Screening es una prueba de sangre que se realiza a la madre y que suele hacerse entre las semanas 14 y 18 del embarazo. En la misma se miden los niveles de determinadas sustancias en la sangre que podrían determinar ciertas anomalías cromosómicas del feto.



Se debe tener en cuenta que, al igual que la translucencia nucal, esta prueba no es un diagnóstico, solamente aporta datos que podrían indicar una malformación genética en el feto. Si a raíz de estos estudios, se tuviera sospecha de algún problema, entonces debería realizarse una amniocentesis o una biopsia de corion para tener un resultado más exacto.

Lo bueno de estas dos técnicas, tanto el triple screening como la translucencia nucal, es que no son invasivas, por lo tanto el feto no corre ningún riesgo; lo malo, es que no son exactas, y a veces provocan angustia y alarma en la embarazada en vano, ya que hay casos en que los niveles no son los adecuados, sin embargo, el bebé es normal. El nivel de fiabilidad del triple screening es de un 60%.

Las sustancias que se analizan en este análisis son:

AFP, alfafetoproteína- Si se detecta un aumento de esta sustancia, puede sospecharse de que el feto tendría espina bífida o alteraciones en la cabeza (anomalías del tubo neural, anencefalias). En tal caso se recomienda una ecografía para evaluar al feto. Según el momento del embarazo, si la AFT es baja podría haber Síndrome Down.
HCG, gonadotropina- Es una hormona producida por la placenta. Si sus niveles son más altos que lo normal, podría indicar Síndrome Down.

Estriol- Es una hormona elaborada por el feto y la placenta en conjunto. Si sus niveles son bajos podría existir Síndrome Down.

Se miden estas sustancias y se comparan con los valores considerados normales según la semana de gestación, determinándose así la posibilidad de alguna malformación.

Biopsia de corion o biopsia corial

La biopsia de corion es una técnica invasiva de diagnóstico prenatal que se realiza generalmente entre las semanas 10 y 14 del embarazo, para determinar si el feto presenta alguna alteración genética.

Mediante una punción, ya sea a través del cuello del útero o del abdomen de la madre, dependiendo de la etapa del embarazo o la posición de la placenta, se extrae una muestra de las vellosidades coriales, que forman parte del tejido que da lugar a la placenta. El procedimiento se realiza bajo control ecográfico. No precisa anestesia general ni hospitalización, solo se recomienda reposo y no realizar esfuerzos hasta pasadas las 48 horas luego de realizada la misma.



Ya que este tejido puede considerarse fetal, el estudio de sus células permite analizar si el mismo presenta alteraciones genéticas, entre ellas las alteraciones de los cromosomas 21, 18,13 X, Y.

Es una técnica similar a la amniocentesis, pero la diferencia principal radica en que el resultado de este examen se obtiene alrededor de las 24 y 48 horas luego de realizado, mientras que una amniocentesis demora unos 15 días aproximadamente.

Los riesgos de una biopsia de corion son un poco mas altos a los de una amniocentesis, o sea, pueden provocar un aborto en el orden del 1%, mientras que en la amnio se calcula en 0.5%. Pero esto depende en gran parte de la habilidad del especialista que realiza el estudio, debe ser alguien que este muy bien entrenado.

Este estudio, al igual que la amniocentesis, se realiza principalmente en embarazadas mayores de 35 años, o cuando se tiene sospecha de una posible alteración genética, generalmente arrojada por una translucencia nucal previa o por antecedentes familiares.

La amniocentesis

¿Qué es una amniocentesis?

La amniocentesis es una prueba en la cual extraen líquido amniótico del útero para posteriormente analizarlo, pues contiene células del feto.

Con este análisis se diagnostican o descartan problemas genéticos del bebé (Síndrome de Down), defectos del tubo neural (hidrocefalia, espina bífida), infección del amnios, otras posibles complicaciones y el sexo del bebé. Con la amniocentesis NO se tratarán ninguna de estas al alteraciones.



¿Para quién está indicada una amniocentesis?

- Que la embarazada tenga 35 años o más.

- Tener sospechas de posibles problemas debido a pruebas selectivas realizadas previamente

- Que hayamos tenido estas alteraciones en embarazos previos

- Tener antecedentes familiares de alteraciones genéticas (en este caso sería aconsejable pedir consejo genético antes de quedarse embarazada, para determinar las probabilidades de que nuestro hijo naciese con algún defecto genético).

¿Cuándo nos haremos una amniocentesis?

Normalmente se hará entre las 15 – 18 semanas, llegando incluso hasta las 11 o 12. No debe preocuparnos que se extraiga una pequeña parte del líquido amniótico pues el feto lo repondrá rápidamente.

¿Cuáles son los riesgos de una amniocentesis?

Como todo procedimiento invasivo , existen riesgos, los cuales serán:

- Aborto : alrededor de 1 por cada 200 – 400 mujeres aborta (mayor riesgo si se hace en el primer trimestre)

- Infección uterina: 1 de cada 1000

¿Cómo se hace una amniocentesis?

Primero nos harán una ECO para saber con exactitud el lugar del feto, la placenta y por tanto, el mejor sitio para realizar la prueba. El médico, tras utilizar anestesia local, insertará una aguja con ayuda de la ECO y así obtendrá el líquido. Después de esto, se realizará de nuevo una ECO para estar seguros de la normalidad del latido del bebé.

¿Qué molestias normales tendré durante la amniocentesis?

-Ninguna

-Ardor tras anestesia local

-Leve dolor o calambre tras insertar la aguja

¿Cuándo tendré los resultados?

En dos semanas. Esto es importante para la decisión que tomaría dependiendo del resultado.

Para los niveles de ALFAFETOPROTEINA (aFP), no es necesario esperar tanto tiempo, así si están demasiado altos, sospecharíamos defecto en el tubo neural, y por le contrario están demasiado bajos, Síndrome de Down.

¿Tengo alternativas a la amniocentesis?

- ECO

- Detección selectiva del suero materno (la prueba cuádruple detecta los niveles de alfafetoproteína y otras en la sangre de la madre)

Estos procedimientos no son invasivos, y por tanto no tienen los riesgos de aborto u otros. Diagnostican del 65 – 85% de los defectos.


NOTAS IMPORTANTES:

- El 95% de las amniocentesis son normales

- La precisión de la prueba es del 90% , así 2 de cada 100 niños con amniocentesis normales tendrán alteraciones congénitas

- El tratamiento de algunos de estos defectos serán intraútero y otros después del nacimiento, pero aunque no se puedan tratar será una información valiosa saber qué pasa para nuestra toma de decisiones y para los preparativos médicos especiales a la hora del alumbramiento.

- El riesgo principal para Síndrome de Down es la edad de la madre, y no tener algún familiar con Síndrome de Down.

Biopsia de corion o biopsia corial

La biopsia de corion es una técnica invasiva de diagnóstico prenatal que se realiza generalmente entre las semanas 10 y 14 del embarazo, para determinar si el feto presenta alguna alteración genética.

Mediante una punción, ya sea a través del cuello del útero o del abdomen de la madre, dependiendo de la etapa del embarazo o la posición de la placenta, se extrae una muestra de las vellosidades coriales, que forman parte del tejido que da lugar a la placenta. El procedimiento se realiza bajo control ecográfico. No precisa anestesia general ni hospitalización, solo se recomienda reposo y no realizar esfuerzos hasta pasadas las 48 horas luego de realizada la misma.



Ya que este tejido puede considerarse fetal, el estudio de sus células permite analizar si el mismo presenta alteraciones genéticas, entre ellas las alteraciones de los cromosomas 21, 18,13 X, Y.

Es una técnica similar a la amniocentesis, pero la diferencia principal radica en que el resultado de este examen se obtiene alrededor de las 24 y 48 horas luego de realizado, mientras que una amniocentesis demora unos 15 días aproximadamente.

Los riesgos de una biopsia de corion son un poco mas altos a los de una amniocentesis, o sea, pueden provocar un aborto en el orden del 1%, mientras que en la amnio se calcula en 0.5%. Pero esto depende en gran parte de la habilidad del especialista que realiza el estudio, debe ser alguien que este muy bien entrenado.

Este estudio, al igual que la amniocentesis, se realiza principalmente en embarazadas mayores de 35 años, o cuando se tiene sospecha de una posible alteración genética, generalmente arrojada por una translucencia nucal previa o por antecedentes familiares.

Ecografía en el embarazo

La ecografía es una prueba de gran importancia en el curso de un embarazo pues permite controlar una correcta evolución, diagnosticar muchas patologías y posee la gran cualidad de completa inocuidad para el feto/embrión y la madre.



Se deben realizar un mínimo de 3 ecos durante una gestación normal y sin riesgos. La primera será entre las 6-12 semanas, la segunda entre las 16 - 20 y la tercera a las 32 semanas.

Qué nos dirá la ecografía:

- Confirmar el embarazo y su localización (normal, ectópico, múltiple..)
- Evolución del feto: peso, latido cardíaco, descubrir el sexo, control del bienestar fetal y su irrigación en el útero (por ECO-Doppler)…

- Situación de la placenta

- Diagnosticar posibles patologías ginecológicas como miomas en el útero, quistes en el ovario, causa de hemorragias vaginales …

- Diagnosticar posibles patologías en el feto/embrión: malformaciones del cierre del tubo neural (a partir de las 16 semanas) , alteraciones cardíacas, renales, intestinales, cutáneas, posibles irregularidades en el cordón umbilical (nudos..)…

Placenta Previa

La placenta previa se define como placenta localizada inferiormente, la cual puede provocar una obstrucción del orificio cervical interno. Ocurre en una de cada 200 embarazadas y es la causa más frecuente de sangrado en el último trimestre.

Su etiología (su causa) es desconocida, aunque existen factores que aumentan el riesgo. Estos factores son:

Multiparidad
Edad (más cuanto mayor sea la embarazada)
Antecedentes personales de abortos
Cicatrices (cesáreas…)
Embarazo múltiple
Tabaco
Según su localización, pueden agruparse en oclusivas (totales o parciales) y en no oclusivas (marginales o laterales).

Lo típico, es que se presente como un sangrado rojo, abundante, que no duele y que se repite. La embarazada acusará esta pérdida de sangre como los síntomas descritos en nuestro post de Demedicina.com “¿Tengo anemia?”.

El bebe no se afecta en gran medida, siendo el parto prematuro el principal problema de muerte fetal.

Si te ocurre algo parecido, acude a tu ginecóloga/o, el cual de realizará las pruebas pertinentes para el diagnóstico de certeza. Las características de la hemorragia y la ecografía serán los aliados para dicho diagnóstico.

La evolución de las embarazadas que sufren placenta previa son los frecuentes sangrados durante la expulsión del bebé, las cuales a veces necesitarán transfundir, y un 15% de muerte fetal. También el riesgo de prematuros y sufrimiento fetal agudo está aumentado en estos casos.

En todo caso, después que tú médico te explore y determine la existencia de placenta previa, las posibilidades de tratamiento serán distintas dependiendo de la hemorragia que tenga la gestante (si grave requerirá cesárea urgente) y en el caso que esta sea leve, de la madurez del feto (si está preparado, cesárea; si está inmaduro aún, observación y corticoides para acelerar la maduración pulmonar del bebé; y si el feto ha fallecido, parto vagina) . A rasgos generales estas serán la pautas, aunque en cada caso se valorará individualmente.

¿Se pudo ver esta alteración en las ecografías que me hicieron anteriormente? La respuesta es no, pues la ecografía del segundo trimestre nos confirma nada, pues la mitad de las placentas supuestamente de inserción baja que se ven, se desarrollarán hacia la normalidad durante el último trimestre de la gestación.

Estrias en el embarazo

En el embarazo es común la formación de estrías, cicatrices bastante antiestéticas en la piel debido a la rotura de las fibas elásticas cuando esta se estira. Primero son de color rosita , luego se tornan rojillas para acabar blanco-nacaradas.

Las localizaciones más frecuentes de las estrías en el embarazo son la tripa, los muslos, culo, pecho y brazos.

Con cremas untuosas nutrirás la piel evitando la aparición de las estrías, pero a partir del 3º mes de gestación equípate con una que luche específicamente con el problema.

Aplícatela sobre las áreas dichas anteriormente 2 veces al día hasta el fin del embarazo y continúa con ella hasta que estés plenamente recuperada.

Modo de aplicación más efectivo: en movimientos circulares, sin dejar ni un centímetro libre y masajear hasta que se absorba por completo.

Si ya han comenzado a hacer su aparición y son recientes (hasta 3 meses) puedes aún con las cremas hacer que mengüen.

Si ya son blancas, podrán ser eliminadas fácilmente en un centro de cirugía estética.

Endometriosis y EMBARAZO

La endometriosis es definida como la implantación de tejido de recubrimiento interno del útero (endometrio) fuera de su lugar, por ejemplo, en ovarios, vagina, intestino, vejiga…

Los factores de riesgo no están bien claros, aunque se valora la historia familiar de endometriosis, menstruaciones retrógradas e implantación espontánea del endometrio en otras localizaciones.

La endometriosis es una posible causa de infertilidad femenina, que debido a su relativa frecuencia en la población general (se estima que un 10 -15% de las mujeres en edad fértil la padecen) hay que tener en cuenta. De un 25-35% de las mujeres infértiles tienen endometriosis.

¿Por qué la endometriosis puede causar infertilidad? El crecimiento anormal de tejido endometrial con cada ciclo hormonal femenino provoca que se formen adherencias y cicatrices en los órganos en los que está. Esto, en el caso de los órganos reproductores femeninos puede ser fatal para el correcto paso del óvulo al útero , la unión espermatozoide - óvulo y el implante del huevo en el útero. También se ha visto un aumento de tasas de infertilidad en mujeres con endometriosis leve, aunque no se ha podido determinar aún las causas.

Nos interesa por tanto a todas las mujeres saber cuáles son los síntomas y signos de la endometriosis, ya sea por el deseo de tener hijos como por nuestra propia salud.

Síntomas comunes en la endometriosis:

- Menstruaciones cada vez más dolorosas

- Dolor sordo o calambres en pelvis o lumbares 2-3 semanas antes de la menstruación, con las deposiciones o en durante/después de las relaciones sexuales

- Hemorragias premenstruales

- Infertilidad

- Ausencia por completo de síntomas

Acude a tu ginecólog@ siempre que tengas alguna duda.

Parto por cesárea y recuperación posterior

Algunas veces el embarazo no culmina como la madre hubiese querido. En algunas circunstancias determinadas, el parto natural no es posible y debe recurrirse a la cesárea.

En la misma se se interviene quirúrgicamente a la embaraza para extraer al bebé. Se realiza una incisión en el abdomen (laparotomía) y otra en el útero, se extrae el líquido amniótico y luego al bebé. La boca y nariz del recién nacido se limpian de fluidos, se corta y liga el cordón umbilical y se pasa al bebé a un pediatra o enfermera que controlará su respiración. El bebé y la placenta se extraen por la incisión en cuestión de minutos después del comienzo de la cirugía. Estas incisiones se cierran y todo este proceso toma alrededor de una hora.



Este procedimiento se realiza generalmente con anestesia espinal o epidural, lo que permite que la madre esté despierta durante el parto, pero anestesiada desde el pecho a las piernas. Esta anestesia no seda al bebé, y la madre puede oír y ver a su bebé. La anestesia general se usa pero en muy raras ocasiones.

Por lo general la incisión de la cesárea se realiza por encima del pubis, encima del borde de la vejiga, por debajo de la “línea del bikini”. Se puede realizar otro tipo de incisión longitudinal, pero raramente es usada porque puede generar más complicaciones que la incisión anterior.



Las cesáreas sólo deben realizarse cuando el parto vaginal se presenta con algunas complicaciones. Algunas de estas razones pueden ser:

Indicaciones fetales

Sufrimiento fetal agudo (SFA) por aporte disminuido de oxígeno al feto.
Taquicardia o bradicardia fetales (el corazón late con excesiva o insuficiente rapidez).
Indicaciones maternales

Relativas al útero

Útero demasiado pequeño, cicatrizado, o deforme.
Gestación múltiple, puede ser por causas naturales o fecundación in vitro
Relativas al cérvix (cuello del útero)

Cérvix demasiado relajado (incompetencia cervical).
Presencia de infección activa por herpes genital en la madre.
Evidencia de infección intrauterina
Relativos a la placenta y cordón umbilical

Placenta que ocluye el cérvix (placenta previa), o de inserción baja.
Desprendimiento prematuro de placenta (placenta abruptio).
Prolapso de cordón (salida del cordón por el canal vaginal).
Peligro para la madre (angustia maternal)

La cabeza del feto es demasiado grande para pasar a través de la pelvis de la madre (desproporción céfalo pélvica).
Trabajo de parto muy prolongado y poca dilatación
Inducción del trabajo de parto fallida (por oxitocina sintética, que se aplica para acelerar el proceso de dilatación del cuello del útero)
Parto instrumental fallido (fórceps, las espátulas y la ventosa obstétrica)
Posición anormal del bebé
* De nalgas y primípara (presentación de nalgas).
* Presentación transversa.
* Presentación de cara.

Madre de edad avanzada (añosa), más de 40 años
Presencia de una enfermedad importante asociada (toxemia, preeclampsia, eclampsia, hipertensión)
Algunas veces, cesárea previa
Problemas de curación del periné, derivados del parto o de la Enfermedad de Crohn, por ejemplo.
La cesárea debe estar seriamente justificada, ya que es una intervención mayor. La probabilidad de muerte de la madre en una cesárea es tres veces mayor que en un parto vaginal. Es muy probable que los bebes nacidos por cesáreas tengan problemas iniciales para respirar. También es de tener en cuenta, que si bien después de una cesárea se puede dar un parto vaginal, las posibilidades son menores, ya que el útero suele quedar sentido, mas fino en la parte de zona de la incisión, por lo que quizás no pueda soportar futuras contracciones.

La OMS ha hecho ciertas recomendaciones, y sugiere que el índice de cesáreas no debe superar el 10% de los partos, índice que mantienen los hospitales de alta calidad, pero en muchos otros hospitales este índice es alarmantemente mayor, lo que está generando ciertas preocupaciones y dudas, porque esto sería una posible indicación de que se están realizando en casos en los que no son necesarias. Se sospecha que se están realizando porque las cesáreas dan mayor ganancia a los médicos y hospitales, o porque un trabajo de parto puede ser largo, aunque normal, y los médicos tratarán de no perder el tiempo con la parturienta.

Por esta razón se está haciendo más frecuente la atención por parte de parteras fuera del hospital, y se ha observado que en los partos atendidos de esta manera el número de cesáreas disminuye notablemente.

La cesárea es una cirugía mayor, con todos los riesgos que esto puede tener:

Los riesgos de cualquier intervención bajo anestesia.
Reacciones a la medicación.
Problemas respiratorios.
Hemorragias.
Infecciones.
Los riesgos adicionales incluyen: * Infección del útero
Otros inconvenientes:

aumenta de 5 a 20 veces el riesgo de infección (endometritis)
aumenta el riesgo de internación del bebé en neonatología
aumenta el riesgo de distress respiratorio neonatal
aumenta el tiempo de internación materno
aumenta el dolor post-parto
Después del parto

Después de la cirugía, la madre es llevada a la sala de recuperación o a su habitación. Durante este tiempo, serán revisados su presión sanguínea, su pulso, su índice respiratorio y su incisión. Se la mantendrá bajo observación en caso de un sangrado vaginal en demasía.

Por lo general, permanecerá en cama 6 u 8 horas después de la cirugía, muy adolorida. Luego, se le recomendará a que se mueva con ayuda. Poco tiempo después de la cirugía se le quitará el catéter. La sonda intravenosa permanecerá conectada hasta que pueda comer y beber. Se le darán medicamentos para el dolor si ella lo pide.

Si estás despierta durante la cirugía, probablemente tengas al bebé en tus brazos muy pronto. Te llevarán a una sala de recuperación o a la habitación. Consúltalo con tu médico, pero deberías poder amamantar inmediatamente, aunque quizás el bebé este como adormecido unas horas y no reaccione como un bebé nacido por parto natural

En el hospital estarás entre 2 a 4 días, según tu evolución, y de la razón por la que se te practicó la cesárea.

Recuperación de la cesárea

Seguramente te sientas muy dolorida y necesitarás calmantes. La cicatrización puede llevar varias semanas. Mientras te recuperas puedes sentir:

Retortijones leves
Secreción o sangrado durante aproximadamente 4 a 6 semanas
Sangrado con coágulos y retortijones
Dolor en la incisión
Tomará de 4 a 6 semanas antes de que pueda regresar a tus actividades regulares

Fases del trabajo de parto natural y normal

El trabajo de parto es toda la serie de eventos que se suceden hasta el nacimiento de tu bebé. Lo maravilloso de esto es que cada mujer tiene un proceso individual, lo vive a su manera y con sus propios detalles. Pero todas la mujeres nacemos con este don de dar vida, por lo tanto no tengas miedo cuando este momento llegue, porque tu cuerpo sabrá lo que hacer, está genéticamente preparado para hacerlo. Es un viaje que han realizado muchísimas mujeres antes que tú.


Independientemente de que cada mujer tiene su labor de parto única, hay una secuencia básica de acontecimientos para todas.

Síntomas prodrómicos

Los pródromos del trabajo de parto, son los sucesos anteriores a la labor de parto propiamente dicha. Hacen el trabajo preliminar al parto, preparan paulatinamente al útero, al cuello del útero y al bebé para el parto. Las contracciones que se pueden sentir en este período pueden comenzar horas o días antes del trabajo de parto verdadero.

Son irregulares, no se presentan con una frecuencia establecida, por lo general no duran más de un minuto, y son cada 7 a 10 minutos, a veces menos frecuentes también. No son intensas. Lo mejor que puedes hacer en esta etapa, es estar tranquila, no acudir al médico todavía, realizar las tareas cotidianas más indispensables con mucha tranquilidad, y con un poco de reposo.

En esta etapa el cuello del útero pasa de una posición posterior a una anterior. El cuello se ablanda y comienza a borrarse, haciéndose cada vez más fino, y se dilata levemente, de 1 a 4 cm. Se puede perder el tampón mucoso, te darás cuenta de esto porque tendrás una pérdida de flujo amarronado.

Lo mejor es mantenerse tranquila, respirar profundamente y relajarse, estos son los primeros indicios de que todo está marchando bien. No focalices tu atención en las contracciones, distráete con otras cosas, y trata de descansar y de alimentarte bien, comidas livianas para no agregar dolor a tu estómago, comidas ricas en hidratos de carbono complejos, como granos enteros, ya que te espera una faena agotadora en las próximas horas o días, cuando llegue el trabajo de parto final. No te angusties ni te pongas ansiosa, vívelo con alegría, son un indicio de que el gran y tan esperado momento está por llegar.

Trabajo de parto activo

Primera etapa: fase latente

Aquí comienza el trabajo de parto activo. Las contracciones se hacen cada vez más largas, fuertes y frecuentes. El cuello del útero alcanza unos 4 a 5 cm. de dilatación. Este período puede durar de pocas horas a 10 o más. Estas contracciones varían de 15 a 30 segundos, comienzan cada unos 30 minutos hasta llegar a 7 o incluso 5 minutos. Necesitarás más concentración para sobrellevarlas, pero todavía puedes hablar e incluso reírte entre contracción y contracción. No te quitan la respiración. El cuello sigue dilatándose, puedes perder el tapón mucoso, algo de sangre.

Aquí ya tienes que llamar a la partera o ir al hospital, dependiendo del lugar que hayas elegido para parir. Relájate, escucha música que te guste y te haga bien, que te ayude a mantenerte tranquila. Usa las técnicas de respiración que has aprendido. No pierdas la calma. Estás a muy poco de conocer a tu bebé, piensa en eso y lo vivirás con alegría.

Trabajo de parto activo

Segunda etapa: fase activa

Las contracciones se tornan más fuertes, más seguidas y de mayor duración. La dilatación va de 5 cm. a 9 cm. Esta fase puede durar de 2 horas a 10. Esto varía en cada mujer. En general, las contracciones en esta etapa comienzan cada 5 minutos, y luego llegan cada 2 minutos. Son contracciones totalmente definidas, tienen un comienzo, un pico de dolor fuertísimo y finalizan. Se hacen cada vez más prolongadas, fuertes y frecuentes. Mantén la calma, no te descontroles. El bebé ya está a poco de nacer. Toda tu atención ahora está puesta en esto, ya no querrás hablar con nadie, sólo necesitarás la compañía de alguien querido, las personas que tú elijas, sólo para estar ahí, para que te sientas apoyada. No vas a querer comer, sí es importante que tomes líquidos. Quizás se te rompa la bolsa en este período, puedes perder un poco de sangre, eso también es normal. Será un trabajo tan duro, que sentirás que el mundo desaparece, solo estarás tu y tus contracciones. Pide ayuda, es importante que alguien esté a tu lado dándote su apoyo. Con que solo te tome de la mano, y te mire a los ojos, ya te sentirás mejor. No estés sola.

Transición

El cuerpo completa el trabajo de parto. Comienza la parte más intensa, la que nunca olvidarás. Es el período más fuerte, y totalmente agotador. Es muy probable que sientas que ya no puedes más, que no resistirás tanto dolor. Pero tranquila, las mujeres estamos hechas para resistirlo, solo hay que saber sobrellevarlo. Este período puede durar de 10 minutos a una hora. Las contracciones son cada 1 o 2 minutos, son intensísimas, prolongadas, pueden durar hasta 90 minutos, algunas vendrán sin período de descanso entre ellas. El pico de estas contracciones puede ser muy prolongado.

El cuello se dilatará de 9 a 10 cm., quizás sientas náuseas. Es un momento muy difícil de sobrellevar, aquí más que en cualquier otro momento necesitarás la presencia de alguien que esté totalmente comprometido a ayudarte, que te apoye en la concentración de los ejercicios de respiración que has aprendido, que los haga contigo, para que no pierdas la concentración y no te descontroles por el gran dolor que sentirás. Esa persona debe guiarte en la relajación, debe alentarte, y por sobre todas las cosas, debe recordarte que tu hijo está por nacer, porque es normal que debido al gran sufrimiento que sientes, lo único que quieras sea salir de eso cuanto antes y como sea y no te importe ni tu bebé. No te preocupes ni te sientas culpable, sentir eso es normal. Muchas mujeres lo sienten. No te olvides en ningún momento, que si llegaste hasta ahí, es que todo está saliendo bien, y seguramente terminará pronto y de maravilla.

Fase latente

En esta etapa la dilatación se completa y tu bebé baja por el canal de parto. Ya comienzas a tener sensación de pujo. Es un período más descansado, las contracciones disminuyen. Aquí las contracciones no son para dilatar sino que el útero contrae para darte la sensacion de pujar. Las contracciones merman, son mucho más suaves y esporádicas, aprovecha y descansa, tu bebé ya viene.

Fase activa

Aquí comienza el pujo. Sientes la necesidad imperiosa de pujar, y no puedes evitarlo, pujarás por instinto. Ya casi no hay dolor, pero es igualmente intensa, y deberás poner todo tu esfuerzo. El descenso del bebé puede durar de 5 minutos a 3 horas. Las contracciones van asociadas a la necesidad de pujo. Puedes llegar a sentir la cabeza del bebé bajando por la vagina. La cabeza del bebé se va amoldando para entrar en el pubis de la madre y el canal de parto. Puedes llegar a expulsar orina, materia fecal, gases, no te preocupes ni te sientas avergonzada, es natural, y no tiene nada de malo. Estás viviendo un momento maravilloso.

Los pujos requieren concentración, y sería bueno que ya te den directivas, ya sea el médico o la partera. Pero confía en tu cuerpo, este es el momento en que toda tu información genética no te defraudará y sabrás qué hacer y cómo hacerlo, y te sorprenderás, te lo aseguro. Cuando tengas la necesidad de pujar, puja con concentración y con todas tus fuerzas. Quizás ya te sientas más que agotada por las horas previas que has vivido, pero no te preocupes, tu cuerpo sacará fuerzas de algún lugar y será capaz de hacerlo. En cada pujo tu bebé descenderá cada vez más, por lo tanto el médico o la partera te harán indicaciones de como debes hacerlo. La mejor posición para esto es de cuclillas. En los hospitales suelen colocarte acostada de piernas para arriba, esta posición es pésima. La gravedad no está ayudando, pero bueno, ya sea acostada o de cuclillas, lo harás bien, ten confianza. Toda tu energía y esfuerzo deben estar concentrados en el pujo. Busca una buena posición, para que toda tu energía física se dirija hacia allí.

Coronamiento y nacimiento

En estos momentos vas a estar tan concentrada en lo que haces que quizás olvides a tu bebé, es que tu cuerpo siente la urgencia de expulsarlo, y ya. No te sientas culpable, esto es normal. Estarás tan concentrada en tu propia labor, que apenas estarás conciente de lo que te rodea, se puede venir el mundo abajo, pero ese niño, va a nacer, porque tu cuerpo te lo impone y no importa nada más. Una fuerza desconocida, animal, totalmente instintiva y femenina estará de tu lado, algo que nunca habías percibido antes en tu ser, y que forma parte de tu hermoso género, vendrá a ayudarte.

Tu bebé se hace visible, se le ve la cabeza. Está naciendo. Desde que el bebé asoma su cabeza hasta el nacimiento total, puede durar de 2 a 20 minutos. Primero sale la cabeza del bebé, el médico se fija de que el cordón no este alrededor de su cuello, luego lo ayuda a salir, primero un hombro, luego el otro, y despues el resto del cuerpo.

Puedes expulsar orina, materia fecal o gases, pero ni cuenta te darás, además después de todo esto a quien le importa… Tu bebé nació.

Quizás lo veas nacer, quizás no, pero cuando lo veas estarás eufórica, y feliz, lo lograste. Una indescriptible paz te relajará completamente. Y para ti, como madre, aquí se terminó todo, te darán a tu bebé, lo pondrán en tu pecho, y todo tu mundo es él, y que importa lo demás.

Pero si falta algo. La tercera etapa.

Tercera etapa, la expulsión de la placenta o alumbramiento

Puede llevar de 5 a 30 minutos. Tendrás sensaciones de calambres en el vientre, pero no contracciones. Y deberás pujar un poco más, aunque mucho más suave que lo anterior. La placenta se desprende del útero y baja por la vagina. Algunas mujeres no sienten nada, y tienen que estimularlas a expulsarla comprimiendo fuertemente el vientre, puede dolerte un poco, pero no temas, después de todo lo que has pasado, esto no es nada. Cuando la placenta finalmente sale, sentirás un gran alivio, ya todo terminó y te sentirás completamente normal, cansada, y seguramente con un hambre feróz.

Y ahora si, estás libre para disfrutar a tu bebé. Y te puedo asegurar que le darás gracias a la vida por haber vivido algo tan maravilloso. Sentirás que fuiste protagonista de un verdadero milagro. Algo que nunca olvidarás. Será una de las experiencias más fuertes, intensas y más hermosas que habrás vivido.

Te recomiendo que leas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud con respecto a temas muy importantes directamente relacionados con el trabajo de parto y el parto.

Este video es muy ilustrativo para entender los momentos previos al nacimiento de tu bebé

Rotura de bolsa

Rotura de bolsa o “romper aguas”, es el término que se usa para denominar a la salida de líquido amniótico por la vagina, debido a la rotura de la membraba que contiene al mismo.

Por lo general esto sucede durante el trabajo de parto, lo que es totalmente normal y no ocasiona ningún problema. Es parte del proceso. Incluso a veces se practica la rotura artificial de la bolsa, lo que se llama amniotomía, para acelerar el proceso de parto ya que se cree que estimula la liberación de hormonas que aceleran las contracciones. Esta práctica está en debate actualmente. Algunos expertos opinan que no es necesaria y que es riesgosa ya que el tiempo que transcurre entre la rotura de la bolsa amniótica y el parto es un factor de riesgo de posibles infecciones graves en el bebé o la madre y no ayuda a reducir la duración de las primeras fases del parto. Afortunadamente, paulatinamente se están implementando formas menos invasivas de dar a luz.





Pero a veces puede ocurrir una rotura de bolsa prematura. Si la misma se produce cuando el embarazo ya está a término pero 24 horas antes de que se desencadene el trabajo de parto, o sea, sin contracciones ni dilatación, se debe acudir al hospital. Por lo general el médico esperará unas horas, ya que es normal que luego de la rotura de bolsa, comience el trabajo de parto y la dilatación.

Pero si la labor de parto se extiende mucho, seguramente el médico decidirá inducir el parto con oxitocina o una cesárea según el caso. Las membranas ovulares intactas son una barrera contra el ascenso de gérmenes que están en cuello del útero y la vagina. Por lo tanto cuando se rompe la bolsa, estos gérmenes invaden el líquido amniótico y pueden provocar una infección en el bebé e incluso a la mamá. Por esta razón, si el parto se retrasa demasiado, seguramente el médico tomará la decisión de inducirlo, para no poner en riesgo la salud del bebé o la madre. La rotura prematura de la bolsa a término del embarazo es bastante común, ya que la bolsa de líquido amniótico se puede romper debido a la presión que ejerce la cabeza del bebé sobre las membranas. Te darás cuenta de ello ya que te saldrá líquido de la vagina como si te hubieses orinado. Algunas madres mojan poco, pero otras, abundante.

Lo que debe ser tomado con más seriedad y preocupación es cuando la rotura de bolsa se produce antes de la semana 32. Seguramente te mantendrán hospitalizada. El médico intentará prolongar el embarazo unas semanas más, para darle tiempo al bebé de desarrollar sus pulmones. Se te indicará reposo, antibióticos, medicación para acelerar el desarrollo de los pulmones del bebé, y controles regulares de posibles infecciones. Si el bebé es muy pequeño todavía, y hay sospechas de infección, es probable que te realicen una cesárea, pero esto depende de si el bebé es capaz de sobrevivir a una prematurez. Por lo tanto los médicos serán los que tomarán las decisiones adecuadas del caso.

Vacunas en el embarazo y la lactancia

La vacunación rutinaria en mujeres gestantes no está indicada, aunque dependiendo de los distintos factores de riesgo, las siguientes vacunas no conllevarán riesgo para la madre ni el feto:

Antitetánica: mujeres no inmunizadas en las que no se asegure una correcta higiene durante el parto
Difteria
Hepatitis B
Neumoco
Gripe
Las que están completamente contraindicadas son las vacunas atenuadas vivas, entre la sque encontramos las siguientes:

Sarampión
Rubéola
Parotiditis
Varicela
Durante la lactancia no existe ninguna contraindicación de vacunas, tanto de vivas como de inactivadas

Cuánto debo aumentar de peso en el embarazo

Cada mujer es distinta y por tanto el aumento de peso que sufrirá también, así antes de determinar cuál sería el número de kilos lógico que deberías aumentar en el embarazo hay que anotar los siguiente:

- Peso antes de quedarse embarazada
- Talla
- Actividad física que realizas


Según esto tu ginecóloga/o te dará un promedio, que suele ser de 1 kg / mes, por tanto, una ganancia final de unos 9 - 12 kgs
La mayor parte de este aumento de peso es por estar en gestación:

Feto = 3- 3.5kgs
Membranas y placenta = 0.6kg
Amnios = 0.6 - 0.9kg
Pecho= 0.6- 0.8 kgs
Utero= 1kg

La otra parte será por :

Aumento de la volemia (sangre total)= 1.5 kgs
Retención de líquido= 1kg
Cúmulos grasos = 0.9 -1.2 kgs

El sobrepeso añadido no incluído en esto no es beneficioso para la salud del bebé ni de la futura madre, y además no desaparecerá cuando acabe la gestación por arte de magia.

La anorexia podría generarse en el útero

En el último número de “Archives of General Psychiatry”, se publicó un estudio que indica que la anorexia que padecen algunas personas podría estar relacionada a una hormona a la que estuvieron expuestas en el útero materno.



Los investigadores Marco Procopio, de la Universidad de Sussex (Reino Unido) y Paul Marriott de la Universidad de Waterloo (Canadá), realizaron un estudio sobre 4.500 grupos de mellizos nacidos en Suecia, entre 1935 y 1958.

Las mujeres son 10 veces más propensas a desarrollar este desorden alimenticio, y la causa de este fenómeno sigue siendo un misterio, aunque se asocia a que la presión social sobre las mujeres de estar delgadas y en línea es más fuerte que en los hombres, lo que las hace psicológicamente más vulnerables.

En el estudio realizado a los mellizos, si los mismos eran de mismo género se mantenía la tendencia de que el número de mujeres mellizas anoréxicas era mayor al de los mellizos hombres.

Pero aquí viene lo revelador del estudio. En el caso de mellizos de ambos sexos, los varones terminaron desarrollando la misma enfermedad que las mujeres, por lo que se deduce que en los embarazos que portan un feto femenino se generaría una sustancia, probablemente una hormona, que incrementa las posibilidades de padecer anorexia en la adultez.

El varón expuesto a esta sustancia, correría mayores riesgos de desarrollar esta enfermedad, al igual que su hermana.

“El estudio es compatible con la hipótesis de que la exposición intrauterina a hormonas sexuales esteroides podrían influenciar la evolución del sistema nervioso e incidir en el riesgo de desarrollar anorexia nerviosa en la edad adulta”, aseguran los investigadores.

El alcoholismo podría heredarse desde el embarazo

Ya te hemos hablado de lo que no debes consumir durante el embarazo y te hemos aconsejado una dieta adecuada y balanceada que debes tratar de mantener para una gestación saludable.



Dentro de lo que no debes consumir, está el alcohol. Beber durante el embarazo puede generar muchas consecuencias perjudiciales, dentro de las más graves está el síndrome alcohólico fetal, que es un conjunto de anomalías crónicas, tales como defectos físicos y retraso mental.

Además de los peligros ya conocidos de beber alcohol durante el embarazo, se presume que el bebé podría generar una “preferencia construida biológicamente” al alcohol.

Los jóvenes expuestos a la bebida en el vientre materno, serían más propensos al consumo abusivo del mismo, ya que son más vulnerables al sabor y aroma de la misma.

El estudio se publicó en la revista Behavioral Neuroscience y fue realizado en la State University of New York, en Syracuse, dirigido por el doctor Steven Youngentob. Se estudió el comportamiento de dos grupos de ratas preñadas. A un grupo se la alimentó con alcohol y al otro no. Las crías de las que fueron expuestas a la bebida eran mas propensas a consumirlo que las que no lo habían sido. Pero esta tendencia parece que desaparecía en la adultez.

Según este equipo de científicos, “el sistema nervioso fetal en desarrollo se adapta al sabor y al aroma del alcohol cuando éste llega al líquido amniótico”.

El mensaje de prevención, indicó el experto en un comunicado, es “mantener a los niños alejados del alcohol, especialmente a los que estuvieron expuestos en el útero”.

El alcohol en el embarazo

Muchas sustancias pueden causar problemas graves a la salud del bebé, y el alcohol es una de ellas.

Beber alcohol durante el embarazo puede causar graves problemas al bebé, desde parto prematuro, retraso mental, malformaciones físicas, incluso el aborto o nacer muerto.



Cuanto mayor es la cantidad de alcohol que ingiere la madre, peores serán la consecuencias para la salud del bebé. Y por bebida alcohólica se entienden todas las que contienen alcohol, en mayor o menor concentración. Si te dicen: una cervecita o un vinito cada tanto no le harán nada, pues mejor continúa leyendo e infórmate.

¿Cuánto alcohol puede beber una embarazada?

No está claro cual es la cantidad que puede resultar inocua para el bebé, ya que todo depende del metabolismo de la madre. Se ha comprobado, que pequeñas dosis de alcohol pueden causar problemas. Por lo tanto, se recomienda que la madre se abstenga totalmente de beber alcohol, ya que quizás una copa puede también puede ser perjudicial. Algunos te dirán, una copita de vez en cuando no le hará nada. Pues no es así, ya que una pequeña copita sí puede hacerle daño, porque depende de tu metabolismo y tú no tienes forma de saber cuánto alcohol le llega a tu bebé.

Cuando la madre bebe alcohol, este pasa rápidamente al torrente sanguíneo llegando así al bebé a través del cordón umbilical. Si bien la madre puede eliminar el alcohol de su sangre rápidamente, el bebé tardará mucho más en eliminarlo, ya que sus órganos no están preparados para ello. En definitiva, el bebé esta “envenenado” con el alcohol y tardará mucho más que la madre en liberarse de él, a veces le llevará días limpiarse y mientras el alcohol está en su cuerpo, éste puede hacer destrozos en sus pequeños órganos en desarrollo.

El alcohol que llega al bebé, puede afectar en pequeño o mayor grado diversos órganos, en especial el cerebro, lo que posiblemente le traiga como consecuencia retardo mental.

También puede nacer con malformaciones faciales. Ojos pequeños, labio superior fino, orejas pequeñas, pómulos más bien planos.

Seguramente será un bebé más pequeño de lo normal, y tendrá problemas en su desarrollo físico en la niñez y adolescencia.

Si no llega a presentar retardo mental, puede tener problemas de socialización y en el comportamiento, incluso de adulto.

Estos problemas en el desarrollo del bebé se conocen como SAF, Síndrome alcohólico fetal, y es irreversible.

Si bebes alcohol, también aumentan las posibilidades de tener un aborto espontáneo, o que el bebé nazca muerto.

Gran parte de los niños que padecen retardo mental, lo sufren debido a que la madre consumió alcohol durante el embarazo. Lo lamentable, es que este retardo podría haber sido evitado totalmente, si la madre hubiese tomado conciencia de sus actos.

Cuándo aparecen los primeros síntomas del embarazo

Ya te hemos explicado cuáles son los primeros síntomas del embarazo, pero una pregunta muy frecuente que también nos hacemos es cuándo aparecen. Al igual que cuándo podemos hacer un test de embarazo, esta es otra de las preguntas más comunes que nos hacemos las mujeres cuando tenemos alguna razón por la cual sospechar un posible embarazo.



Si en el momento de la ovulación se hubiese producido la fecundación, hay que tener en cuenta que el óvulo fecundado tardará unos 7 días en llegar al útero y fijarse a la pared uterina. Recién en ese momento se liberarán hormonas en el torrente sanguíneo de la madre las cuales están asociadas a la aparición de los primeros síntomas del embarazo.

El momento de aparición de estos síntomas, depende de cada mujer y de cada embarazo.

Hay mujeres que presentan los síntomas a los pocos días de producirse la implantación del óvulo fecundado en el útero, otras demoran más tiempo, y algunas, no presentan ningún síntoma. No hay dos mujeres iguales ni dos embarazos iguales.

Pero en general la mayoría de las mujeres comenzamos a sentir alguno de estos síntomas en los días cercanos a cuando nos tendría que venir la menstruación, por eso a veces no podemos distinguir si son síntomas de un embarazo o si son los síntomas premenstruales, porque para colmo, son muy parecidos.

Quizás estas pistas puedan ayudarte:

Uno de los primeros síntomas en aparecer son el sueño y el dolor o hinchazón en los pechos. A estos síntomas se los asocia al estímulo de la progesterona.
También es muy común sentir dolor o hinchazón en el vientre como si se estuviera por menstruar.

Una de las hormonas que comienzan a afectar nuestro organismo es la hCG, la cual es la detectada por los tests de embarazo, y suele asociarse a los mareos y vómitos. Esta hormona contribuye a mantener los niveles de estrógenos y progesterona que mantienen el embarazo. Su presencia disminuye luego del primer trimestre del embarazo, es por esta razón que los primeros síntomas del embarazo tienden a desaparecer luego de la semana 12 de gestación.

Si has estado llevando un control de tu temperatura basal, y notas que se mantiene elevada por 18 días consecutivos, es muy probable que estés embarazada.
Es muy común sentirse “rara”, no solo físicamente, sino emocionalmente.

Cuándo hacer un test de embarazo

¿Cuándo puedo saber si estoy embarazada?, ¿cuándo me puedo hacer un test de embarazo? Estas son algunas de las típicas preguntas que todas las mujeres nos hemos hecho en algún momento, ya sea por estar buscando un embarazo, o todo lo contrario. A veces nos fallan nuestros métodos anticonceptivos o hemos tenido algún descuido y nos asalta el temor. Estas preguntas causan gran ansiedad y angustia.



Los tests de embarazo, ya sean de orina o de sangre, miden el nivel de la hormona hCG (gonadotropina coriónica humana) que comienza a segregarse cuando el óvulo fecundado se implanta en el útero. En el momento de la ovulación, el ovario desprenderá un óvulo que se alojará en las trompas de Falopio. Este momento es el que ese llama ovulación y es cuando se puede producir la fecundación. Una vez que el óvulo es fecundado, tarda alrededor de 7 días en bajar de las trompas de Falopio y llegar al útero. Cuando el óvulo fecundado se adhiere a la pared uterina, es el momento en el que se comienza a segregar la hormona hCG.

Debe tenerse en cuenta que la cantidad de hormona producida depende de cada mujer y cada embarazo, por lo tanto, algunas mujeres pueden detectar su embarazo antes que otras.

Se estima que en la orina es posible detectarla alrededor del día 14 después de la ovulación o posible fecundación. Es mas fácil detectar su presencia en un test de sangre, ya que en la misma hay mayores niveles de la hCG. Pero lo que tenemos a mano son los test de orina, ya que los podemos comprar en cualquier farmacia.

Por lo tanto, lo mejor que se puede hacer en estos casos de incertidumbre es esperar a que venga la regla. En caso de que no venga, ya al día siguiente puedes hacerte el test, pero lo recomendable es que esperes unos 7 días de retraso para darle tiempo a la hCG a que aparezca en la orina en cantidades detectables. Se te aconseja que leas las instrucciones del test atentamente y que las sigas con mucho cuidado. Trata de usar la primera orina de la mañana ya que en esa muestra la hormona estará más concentrada. No consumas mucho líquido antes de realizarla ya que puede diluir y bajar los niveles de la hCG.

Los tests caseros son muy fiables, pero no todos pueden detectar la presencia de la hCG en la orina desde el primer día de atraso menstrual. Algunos test son más precisos que otros. Algunas marcas proveen información sobre la sensibilidad en mili- Unidades Internacionales por mililitro de orina. Por ejemplo un test que es capaz de detectar 25 mUI/ml es más sensible que otro que detecte 50 mUI/ml de HCG en orina.

Ten en cuenta que puede haber falsos negativos, porque quizás no hay la suficiente hCG en la orina todavía, pero nunca habrá un falso positivo. Si el test te da positivo, estás embarazada.

La hormona hCG alcanza una tasa máxima entre la semana 7 y 12 del embarazo, luego disminuye. Por eso se la asocia a los síntomas del primer trimestre.

Cómo y cuándo puedo saber si estoy embarazada

¿Cómo puedo saber si estoy embarazada? ¿Cuándo puedo saber si estoy embarazada? Si te estas haciendo estas preguntas, es muy probable que estés muy angustiada y nerviosa, ya sea porque estás buscando un embarazo o porque no lo estás buscando.



Lo primero que te aconsejo, es que te tranquilices. El nerviosismo y la angustia no te ayudarán. Muchas veces al ponernos nerviosas y tensas, la menstruación tarda en bajar. Incluso la sugestión puede causar un retraso en la regla.

Durante la ovulación, que suele suceder alrededor del día 14 contando desde el primer día de tu última menstruación (en un ciclo menstrual de 28 días), un óvulo es liberado por alguno de los dos ovarios. Este óvulo se aloja en las trompas de Falopio, donde se produce la fecundación por parte de un espermatozoide. El óvulo fecundado, ira bajando poco a poco por las trompas de Falopio durante aproximadamente una semana, hasta llegar al útero, donde se fijará a la pared uterina. Cuando el óvulo fecundado se fija al útero, comienza a segregar la hormona hCG, que es la que provocará los primeros síntomas del embarazo.

Por otra parte, es la presencia de esta hormona la que se detecta en las pruebas de orina o de sangre para confirmar o no un embarazo.

Aparte de saber cuáles son los primeros síntomas del embarazo, es muy probable que te interese saber cuándo aparecen los primeros síntomas del embarazo, y cuándo puedes realizarte un test de embarazo.

Las pruebas de orina son muy fiables, pero si tienes sospechas de estar embarazada y los test te dan negativos, y pasan los días y la regla no baja, entonces debes ir al médico. Puede haber falsos negativos, ya que quizás estés embarazada pero los niveles de hCG en la orina no sean suficientes para detectarse, por lo que deberán hacerte una prueba de sangre, que es mucho mas precisa, o una ecografía, que también es muy precisa. O, también puede suceder que no estés embaraza, y entonces tengas algún problema de salud y debes ir al médico. No te dejes estar.

Por otra parte, si la prueba de orina te da positiva, estas embarazada, ya que no hay falsos positivos.

Vacunas en el embarazo y la lactancia

La vacunación rutinaria en mujeres gestantes no está indicada, aunque dependiendo de los distintos factores de riesgo, las siguientes vacunas no conllevarán riesgo para la madre ni el feto:

Antitetánica: mujeres no inmunizadas en las que no se asegure una correcta higiene durante el parto
Difteria
Hepatitis B
Neumoco
Gripe
Las que están completamente contraindicadas son las vacunas atenuadas vivas, entre la sque encontramos las siguientes:

Sarampión
Rubéola
Parotiditis
Varicela
Durante la lactancia no existe ninguna contraindicación de vacunas, tanto de vivas como de inactivadas

Depresión en el embarazo

Además de los cambios físicos que se producen durante el embarazo, se experimentan muchos cambios psicológicos y emocionales, normales y comunes a todas las embarazadas. Preocupaciones por la buena gestación del bebé, ansiedades, temores de que algo salga mal, y los típicos cambios de humor y sentirnos mas sensibles como consecuencia de los cambios hormonales que se producen a lo largo del embarazo.



Es común que la embarazada tenga altibajos en sus estados de ánimo, y que a veces se sienta triste. Pero cuando la tristeza se acentúa y es un estado casi permanente puede ser que se haya instalado un estado depresivo que debe ser atendido, ya que puede tener repercusiones negativas a largo plazo en el bebe y en la futura relación madre-hijo. El bebé, mientras está en el vientre, escucha los tonos de voz y el llanto, y puede percibir la emoción de la madre. Una depresión puede perjudicar el vínculo que tengas con tu bebe ya nacido, y quizás se te dificulte la futura comunicación y conexión con él. Además, sufrir de depresión durante el embarazo acentúa las posibilidades de sufrir una depresión post parto.

Hasta ahora se le prestaba más atención a la depresión posterior al parto, pero estudios recientes han comprobado que la depresión es más común durante el embarazo que después del mismo. Entre un 10-20% de las embarazadas sufren de depresión.

La depresión puede estar relacionada a diferentes factores:

Tener antecedentes personales o familiares de depresión.
Estar viviendo un embarazo no deseado o no planificado.
Problemas en la pareja. Las embarazadas que tienen problemas con sus parejas o que no cuentan con el apoyo de la misma suelen estar más propensas a sufrir una depresión.
Afrontar cambios importantes en la forma de vida, por ejemplo: la muerte de un ser querido, cambiar de empleo o algún hecho que la haga sentirse en una situación insegura o no estable.
Tener problemas médicos o complicaciones con el embarazo.
Haber sufrido abortos naturales en anteriores embarazos. El miedo a que se repita les puede conducir a un estado depresivo.
La edad de la embarazada. Está demostrado que cuanto más joven es la mujer, mayor es el riesgo de padecerla.
Vivir sola y con escaso apoyo social.
Tener que enfrentar problemas económicos.
Tener varios hijos. Según algunas investigaciones, las madres que tienen más de un hijo tienen un mayor riesgo de sufrir depresión durante los embarazos posteriores.
Hay varios indicios que nos pueden indicar si se esta pasando por una depresión:

Problemas de concentración.
Ansiedad extrema.
Sentirse sumamente irritable.
Problemas para conciliar el sueño o padecer de insomnio.
Fatiga.
Cambios en los hábitos alimenticios, ya sea comer demasiado o perder el apetito.
Pérdida de interés o falta de placer al realizar actividades que se solía disfrutar.
Cambios de humor exagerados.
Sentirse triste constantemente.
Tener pensamientos relacionados con dañarse a si misma o a otras personas
Que debes hacer

Si estas embarazada y tienes sospechas de estar pasando por una depresión debes actuar.

Charlar con tu pareja sobre lo que te está pasando puede ayudarte, pero quizás no cuentes con el apoyo de él. Si este es tu caso recurre a tus familiares, amigos, comunícale a los demás lo que te está pasando. No te aísles. Debes preocuparte por ti, por lo que sientes, y por lo que estas atravesando. Si has llegado a la depresión por alguna causa específica y no puedes solucionarla por ti misma, siempre habrá alguien que estará dispuesto a ayudarte. Busca ayuda.

Trata de no pensar continuamente en tu embarazo y distráete con otras cosas. Trata de enfocar tus pensamientos en cosas positivas. Oblígate a pensar en algo bueno. Evita ser obsesiva y recurrente en tus pensamientos.

Si ves que esto no ayuda entonces debes acudir al médico. En algunos casos a las embarazadas se las medica con antidepresivos, pero estos medicamentos tienen que estar controlados seriamente, ya que pueden causar problemas a largo plazo en el bebe. Lo más recomendable es buscar otras terapias alternativas antes que la medicación. Recuerda que todo lo que tú tomas lo estará tomando él. Busca información, que la hay y en abundancia. No te sientas sola, otras embarazadas se sienten igual que tu o han pasado por experiencias similares.

Trata de tomar real conciencia de que lo que estas viviendo es único y maravilloso, y esfuérzate en vivirlo con plenitud, tanto por tu bien como para el del bebé.

Toxoplasmosis y los gatos: una de las grandes preocupaciones de las embarazadas

La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii. Se puede contagiar al comer carne mal cocida e infectada, o tener contacto con tierra y heces de gato que contengan el parásito. La enfermedad por lo general no presenta síntomas, y si lo hace, se presenta como una gripe leve. En la mayoría de los casos, una vez que la persona se ha contagiado, no vuelve a contagiarse más, queda inmune de por vida, salvo en algunos casos puntuales como SIDA o alguna otra enfermedad auto inmune.


Si una embarazada ya ha tenido toxoplasmosis antes del embarazo, no tiene de que preocuparse, ya es inmune. Cuando una mujer consulta a su médico para confirmar un embarazo, por lo general uno de los primeros estudios de sangre que se le hacen es para saber si ya es inmune a esta enfermedad. De esta manera, la embarazada, ya sabe si deberá cuidarse de no contagiarse durante el embarazo, o si se puede despreocupar del tema. Si la mujer embarazada no es inmune a esta enfermedad, deberá tener varias precauciones:

Comer carne bien cocida, ya sea cualquier tipo de carne, vacuna, de aves, todas, ya que según estudios realizados es más factible contagiarse de toxoplasmosis comiendo carne cruda que por los gatos.
No comer huevos crudos.
No tomar leche no pasteurizada.
Usar guantes y lavarse las manos después de hacer jardinería.
Lavar bien todas las frutas y verduras.
Lavarse muy bien las manos después de tocar carne cruda, frutas, verduras o tierra.
Precauciones con los gatos, sobre todo con el manejo de sus heces, si se tiene un gato en la casa. Lo mejor, es que otra persona se encargue de la higiene relacionada al gato.
No deje que su gato salga fuera de su casa a lugares donde pueda entrar en contacto con el toxoplasma. Es importante que no coma carne cruda de ningún tipo. Los gatos, al comer carne cruda, roedores o aves, pueden infectarse, y estos parásitos pueden vivir en las heces de los gatos hasta dos semanas. Y los huevos de este parásito, pueden vivir hasta 18 meses en la tierra.
Controle pulgas y cucarachas, ya que estas le pueden transmitir el parásito a la comida. Estos insectos pueden haber estado en contacto con tierra o heces contaminadas.
Por todas estas razones, si es posible, pídale a alguien que cuide de su gato mientras usted está embarazada.
Cuando una embarazada contrae la toxoplasmosis, hay un 40 % de probabilidades de que el bebé también es infecte, ya que estos parásitos atraviesan la placenta. Algunos niños que contraen la enfermedad en el útero de su madre, corren el riesgo de tener problemas en el cerebro, ojos, corazón, riñones, hígado y bazo. También puede generar efectos a largo plazo: ataques, retraso mental, parálisis cerebral, sordera y ceguera.
Otros niños infectados, no tendrán ningún problema al nacer.

Si se contrae toxoplasmosis durante el embarazo, se puede tratar con antibióticos. Cuanto antes se detecte la enfermedad y se la trate, mejor será para el bebé.

Lo mejor que se puede hacer para sacarse dudas sobre temas tan importantes como este, es acudir al médico. Nadie mejor que un profesional para tratar y aconsejar sobre estos temas tan importantes para la salud, en este caso, del bebé.

Entre el 3% al 5% de las embarazadas, corren riesgo de tener un bebé con malformaciones. La toxoplasmosis es una de las posibles causas de las mismas.

Factores de riesgo para problemas en la gestación

Sabemos que tu salud y la del bebé priman en cualquier gestación. Y también sabemos que tu obstetra detectará cualquier problema con los estudios rutinarios del protocolo de evaluación gestacional. Pero existen características propias que ya de por sí aumentan el riesgo de complicaciones o alteraciones de nuestra futura gestación. Sigue leyendo si quieres saber si te encuentras en ellos y qué problemas predisponen.

Riesgos de cromosomopatías (Síndrome de Down…)

Edad de la madre después de los 35 años
Tener un hijo ya con alguna alteración en los cromosomas
Que tú o tu pareja porten alguna de estas anomalías genéticas
Triple screening positivo con un riesgo mayor del 1/250
Retraso del crecimiento intrauterino del feto
Haber sufrido infertilidad anteriormente
Factores de riesgo para malformaciones fetales

Niveles elevado de Alfafetoproteína
Antecedentes de exposición a teratógenos (fármacos…)
Diabetes, sobre todo si la madre ya tenía diabetes mellitus antes de quedarse embarazada
Antecedentes familiares de malformaciones: cardíacas…
Determinadas infecciones: toxoplasma, rubeóla, citomegalovirus, herpes simple, sífilis)
Factores de riesgo para enfermedades hereditarias

Antecedentes en la familia (buscar los portadores, consejo genético)
Que el padre y la madre sean familiares (consanguíneos)

Embarazo a partir de los 35

Riesgos de ser madre a partir de los 35

Por diversos motivos (incorporación al trabajo, elección personal, etc..) cada vez son más las mujeres que empiezan a concebir después de los 30. La medicina ha evolucionado rápidamente en este aspecto también (novedosas técnicas de fertilidad, disminución y tratamiento de las complicaciones del embarazo y parto, etc..) pero esto no elimina por completo los riesgos de un embarazo a partir de los 30-35.

Debido a esto es importante estar informada de lo que podría pasar, ya si estamos embarazadas o si estamos planificando nuestro futuro. Los riesgos que aumentan conforme es mayor la edad de la madre son:

- Disminución de la fertilidad: a partir de los 28 – 30 años la mujer va perdiendo progresivamente su capacidad de fertilidad (es más difícil quedarse embarazada), debido por ejemplo a problemas ginecológicos que van surgiendo con la edad (endometriosis que impida el implante del huevo, etc..). El porcentaje de éxito de las técnicas de fecundación artificial también disminuye con la edad materna.

- Aumento del riesgo de anormalidades cromosómicas en el feto: la edad de la madre de la madre influye directamente en que la “maquinaria” que trabaja en las últimas reordenaciones cromosómicas cuando se está formando el huevo vaya correctamente. La alteración cromosómica más frecuente es el Síndrome de Down (3 cromosomas 21), constituyendo casi la mitad de más de las 400 alteraciones cromosómicas documentadas.

- El riesgo de anormalidades cromosómicas en nuestro hijo va desde: 1/500 (1/1300 si hablamos sólo de Síndrome de Down) en las madres entre 15 – 24 años 1/178 (1/350 si S.Down) en madres de 35 1/100 (1/63 si S.Down) en madres de 40 El 75% de los nacidos con Síndrome de Down vienen de madres de más de 35 años

- Mayor riesgo de aparición de DIABETES y/o HIPERTENSIÓN ARTERIAL gestacional: el riesgo se duplica a partir de los 35 años

- Mayor riesgo de ABORTO ESPONTÁNEO: es directamente proporcional a la edad materna pues alrededor de la mitad de estos abortos se deben a anormalidades cromosómicas, y estas a su vez aumentan , como ya hemos dicho anteriormente, con la edad de la madre. Así vamos de tasas deñ 12- 15% en mujeres entre 20-30 años al 25% en mujeres mayores de 40 años

- Aumenta el riesgo de otras complicaciones en el transcurso del embarazo: placentarias (placenta previa..), prematuridad, recién nacidos de bajo peso.. independientemente si la madre sufre procesos crónicos como diabetes o hipertensión gestacional (los cuales ya aumentan estos riesgos de por sí).

- Mayor riesgo de problemas durante el parto (sufrimiento fetal, una segunda parte del parto más larga y dolorosa..) y mayor riesgo de proceder por cesárea. Actualmente, las mujeres que retrasan el embarazo a partir de los 35 años, suelen estar en buenas condiciones de salud, por esa razón, y junto al seguimiento especial por parte de nuestro médico que se lleva a cabo en estas futuras madres y a los cuidados básicos de toda embarazada, los riesgos de cualquier complicación prevenible o tratable disminuyen mucho.

Obesidad y embarazo, riesgo para el bebé

La obesidad puede suponer un elemento negativo a la hora de emprender la aventura del embarazo. Y no sólo en cuanto a la salud de la embarazada, sino también en las consecuencias que puede producir en el desarrollo del futuro bebé.

Los hijos nacidos de madres obesas presentan mayor posibilidad de nacer con defectos físicos como la falta de algún miembro, deformidades del corazón o problemas de médula espinal.



Diversos estudios se han realizado en los últimos años sobre los riesgos que supone ser mujer y sufrir obesidad. Entre ellos encontramos enfermedades crónicas, irregularidades en la menstruación y complicaciones durante el embarazo. A esto se añade el que pueda ser causa directa de los problemas que pueda sufrir el recién nacido.
Uno de los resultados obtenidos fue que las madres con sobrepeso, que ya eran obesas antes de quedar embarazadas, tenían mayor posibilidad de dar a luz bebés con espina bífida, defectos del corazón, atresia anorectal, hipospadia, miembros pequeños, hernia diafragmática, entre otros trastornos.

Los motivos que enlazan el ser obesa con esta serie de enfermedades aparecidas en los pequeños son aún desconocidos. Se cree que las alteraciones en el control de la glucemia son en gran parte responsables de estos terribles casos pero aún no se ha demostrado. Para comprobarlo se excluyó de estos estudios, en un principio, a las embarazadas que padecieran diabetes tipo 2, y, más tarde a las que sufrieran diabetes gestacional, pero en ambos casos daban resultados similares.

También es cierto que hay que contar con los casos de diabetes no diagnosticadas, que pueden haber afectado a los resultados. La cuestión es que hay que seguir investigando para descubrir si la causa de mayor peso en cuanto a posibilidades de que surjan problemas para el recién nacido es la obesidad en sí u otro tipo de trastornos, ya sean derivados o no de ésta.

Diabetes gestacional

La diabetes gestacional se define como aquella alteración del metabolismo de hidratos de carbono que aparece durante el embarazo, debido a una mala adaptación del cuerpo materno a la mayor resistencia a la insulina que oponen determinadas circunstancias (hormonales, etc..) en la gestación.En conclusión, supone en la embarazada tener hiperglucemia (tener el “azúcar alto”) y en el feto aumenta los riesgos de macrosomía (niño grande), sufrimiento fetal , alteraciones neonatales y muerte intrauterina.

Un mujer tiene altos factores de riesgo para desarrollar una diabetes gestacional si :

- Obesidad (IMC >30)

- Glucosuria (azúcar en l orina)

- Antecedentes familiares de diabetes
- Antecedentes personales del mismo problema en anteriores embarazos o otras alteraciones obstétricas




Si posee una o más de estas características, su médico le realizará la prueba de O’Sullivan a las 24-28 semanas y a las 32-36 semanas. Esta prueba consiste en analizar la glucemia en sangre venosa una hora después de haber ingerido 50gr de glucosa. Será positiva si es mayor de 140 mg /dl, debiéndose confirmar con una prueba de sobrecarga oral de glucosa (lo mismo , pero administrando 75-100 gr y midiendo la glucemia antes y las 3 horas siguientes).
Será positiva si tiene dos valores o más superiores a lo normal
Así, en resumen , podemos decir que se diagnosticará diabetes gestacional si:

- su glucosa basal en sangre es > 125 mg/dl o >200 en cualquier momento (comprobarlo en una segunda medición)

- si su glucosa basal es entre 105- 125 habrá que hacer el test de sobrecarga oral de glucosa y este es positivo

- si por encontrarse en el grupo de alto riesgo se le hace el test de O’Sullivan, este es positivo y el de sobrecarga oral de glucosa también resulta positivo

Los pilares del seguimiento especial de una embarazada con diabetes gestacional son los siguientes:

1. DIETA (baja en calorías si sobrepeso u obesidad) + EJERCICIO MODERADO (caminar)
2. AUTOMEDICIÓN DE LA GLUCEMIA CAPILAR Y CETONURIA

3. FÁRMACOS si el médico lo estima: insulina (antidiabéticos orales contraindicados)

4. CONTROL POR EL ESPECIALISTA CADA 15 DÍAS : peso, glucemia, tensión arterial, junto a los normales de toda embarazada.
Tras el parto se le volverá a realizar un proceso diagnóstico de diabetes. Si es negativo, se le aconsejarán unas determinadas pautas (ejercicio, bajar el peso, dieta..) puesentre un 30- 50% de estas mujeres desarrollarán diabetes II en 10 años.

La obesidad en las mujeres aumenta la infertilidad

La revista Human Reproduction ha publicado un nuevo estudio realizado en Holanda que indica que cuanto mas obesa es la mujer, menores son sus chances de embarazarse.



El estudio estuvo a cargo de Jan Willem van der Steeg, quien estudió 3.029 parejas entre 2002 y 2004 que tuvieron problemas para concebir naturalmente.

A estas mujeres se les realizó un estudio de la relación entre la masa corporal y los embarazo logrados. Finalmente el estudio reveló que la chances de embarazarse de las mujeres obesas se reduce entre un 26 y un 43 % en comparación a las mujeres que presentaban un peso normal.

La explicación a esto es que “las mujeres obesas tienen niveles hormonales alterados, que reducen las chances de una fertilización y una implantación exitosas“.

La obesidad esta aumentando en la sociedad, por lo que se deduce que los problemas de infertilidad también aumentarán. Actualmente 1 de cada 6 parejas enfrentan algún problema de infertilidad.

Además “si se logra un embarazo, las mujeres obesas tienen más posibilidad de aborto espontáneo, diabetes gestacional o preemclampsia“.

Por esto se aconseja que si estas con sobrepeso y planeas embarazarte, bajes unos kilos.

Hemorragia en el embarazo

Una hemorragia en el embarazo se entiende por todo sangrado vaginal que eventualmente se produzca mientras se está embarazada.

Antes de resumirte las principales causas de las hemorragias durante el embarazo, te aconsejamos seriamente que ante cualquier sangrado vaginal que se presente en el embarazo DEBES IR URGENTEMENTE A VER AL MEDICO, tanto por tu salud como la del bebé. Es de vital importancia que se te diagnostique cuanto antes la causa del sangrado para prevenir posibles incidentes mayores.

Las hemorragias vaginales durante el embarazo se dividen en dos grandes grupos, ya que sus causas son notoriamente diferentes. Se dividen en hemorragias de la primera mitad del embarazo y de la segunda mitad.

Hemorragias de la primera mitad del embarazo:

Las causas más comunes son:

Aborto espontáneo
Amenaza de aborto espontáneo
Embarazo ectópico
Enfermedad trofoblástica .Es una enfermedad en la que un tejido anormal crece rápidamente dentro el útero.
Lesiones a nivel de la vagina o a nivel del cuello uterino.
En los casos de aborto o posible aborto, lo mismo que en el embarazo ectópico, suele sentirse dolor abdominal, mientras que en la enfermedad trofoblástica hay sangrado pero sin dolor.

Puede haber otras causas, pero estas no implican ningún riesgo ni para la madre ni para el feto, por lo tanto no son tan importantes como las anteriores. Estas son:

Implantación del embarazo. En el proceso de fijación del embarazo en el útero puede darse una pequeña perdida de sangre amarronada. Puede ir acompañada de un pequeño dolor abdominal.
Cambios hormonales. Es común que la mujer, en el primer mes de embarazo, tenga un sangrado similar a la menstruación en la fecha en la que debería menstruar, es por esto que muchas mujeres sospechan de un embarazo recién en el segundo mes del mismo.
Hematomas interdeciduotrofoblásticos. A veces, entre el útero y el tejido del embarazo se forman pequeños lagos sanguíneos o hematomas, y puede producir pequeños sangrados sin dolor. Suelen desaparecer espontáneamente.
Hemorragias de la segunda mitad del embarazo:

Las causas más comunes son:

Placenta previa. Suele ser un sangrado de sangre roja, fresca, sin dolor.
Desprendimiento prematuro de placenta. Es una sangre oscura, acompañada de molestias o dolor.
Vasa previa. Se rompen algunos vasos sanguíneos del cordón umbilical. No se presenta dolor.
Traumatismos en el cuello del útero. A veces el cuello del útero se congestiona por la mayor irrigación sanguínea y por la presencia de gérmenes vaginales. Puede suceder que luego de una relación sexual, se presente una hemorragia pequeña.
Ruptura uterina. Se produce un desgarro en el útero intacto o por dehiscencia de una cicatriz.
Parto prematuro.
Hacia finales del embarazo se puede tener una pequeña hemorragia debido a:

Expulsión del tapón mucoso. Es común que en la etapa final del embarazo se desprenda el tapón mucoso. Por lo general se ve como un flujo amarronado, pero a veces puede ir acompañado de un leve sangrado.
Dilatación del cuello uterino. Cuando se empieza a dilatar el cuello del útero, ya sea en el trabajo de parto o previamente (pródromos del trabajo de parto), puede producirse un sangrado.
Estos últimos dos casos no son de seriedad.

Parto por cesárea y recuperación posterior

Algunas veces el embarazo no culmina como la madre hubiese querido. En algunas circunstancias determinadas, el parto natural no es posible y debe recurrirse a la cesárea.

En la misma se se interviene quirúrgicamente a la embaraza para extraer al bebé. Se realiza una incisión en el abdomen (laparotomía) y otra en el útero, se extrae el líquido amniótico y luego al bebé. La boca y nariz del recién nacido se limpian de fluidos, se corta y liga el cordón umbilical y se pasa al bebé a un pediatra o enfermera que controlará su respiración. El bebé y la placenta se extraen por la incisión en cuestión de minutos después del comienzo de la cirugía. Estas incisiones se cierran y todo este proceso toma alrededor de una hora.



Este procedimiento se realiza generalmente con anestesia espinal o epidural, lo que permite que la madre esté despierta durante el parto, pero anestesiada desde el pecho a las piernas. Esta anestesia no seda al bebé, y la madre puede oír y ver a su bebé. La anestesia general se usa pero en muy raras ocasiones.

Por lo general la incisión de la cesárea se realiza por encima del pubis, encima del borde de la vejiga, por debajo de la “línea del bikini”. Se puede realizar otro tipo de incisión longitudinal, pero raramente es usada porque puede generar más complicaciones que la incisión anterior.



Las cesáreas sólo deben realizarse cuando el parto vaginal se presenta con algunas complicaciones. Algunas de estas razones pueden ser:

Indicaciones fetales

Sufrimiento fetal agudo (SFA) por aporte disminuido de oxígeno al feto.
Taquicardia o bradicardia fetales (el corazón late con excesiva o insuficiente rapidez).
Indicaciones maternales

Relativas al útero

Útero demasiado pequeño, cicatrizado, o deforme.
Gestación múltiple, puede ser por causas naturales o fecundación in vitro
Relativas al cérvix (cuello del útero)

Cérvix demasiado relajado (incompetencia cervical).
Presencia de infección activa por herpes genital en la madre.
Evidencia de infección intrauterina
Relativos a la placenta y cordón umbilical

Placenta que ocluye el cérvix (placenta previa), o de inserción baja.
Desprendimiento prematuro de placenta (placenta abruptio).
Prolapso de cordón (salida del cordón por el canal vaginal).
Peligro para la madre (angustia maternal)

La cabeza del feto es demasiado grande para pasar a través de la pelvis de la madre (desproporción céfalo pélvica).
Trabajo de parto muy prolongado y poca dilatación
Inducción del trabajo de parto fallida (por oxitocina sintética, que se aplica para acelerar el proceso de dilatación del cuello del útero)
Parto instrumental fallido (fórceps, las espátulas y la ventosa obstétrica)
Posición anormal del bebé
* De nalgas y primípara (presentación de nalgas).
* Presentación transversa.
* Presentación de cara.

Madre de edad avanzada (añosa), más de 40 años
Presencia de una enfermedad importante asociada (toxemia, preeclampsia, eclampsia, hipertensión)
Algunas veces, cesárea previa
Problemas de curación del periné, derivados del parto o de la Enfermedad de Crohn, por ejemplo.
La cesárea debe estar seriamente justificada, ya que es una intervención mayor. La probabilidad de muerte de la madre en una cesárea es tres veces mayor que en un parto vaginal. Es muy probable que los bebes nacidos por cesáreas tengan problemas iniciales para respirar. También es de tener en cuenta, que si bien después de una cesárea se puede dar un parto vaginal, las posibilidades son menores, ya que el útero suele quedar sentido, mas fino en la parte de zona de la incisión, por lo que quizás no pueda soportar futuras contracciones.

La OMS ha hecho ciertas recomendaciones, y sugiere que el índice de cesáreas no debe superar el 10% de los partos, índice que mantienen los hospitales de alta calidad, pero en muchos otros hospitales este índice es alarmantemente mayor, lo que está generando ciertas preocupaciones y dudas, porque esto sería una posible indicación de que se están realizando en casos en los que no son necesarias. Se sospecha que se están realizando porque las cesáreas dan mayor ganancia a los médicos y hospitales, o porque un trabajo de parto puede ser largo, aunque normal, y los médicos tratarán de no perder el tiempo con la parturienta.

Por esta razón se está haciendo más frecuente la atención por parte de parteras fuera del hospital, y se ha observado que en los partos atendidos de esta manera el número de cesáreas disminuye notablemente.

La cesárea es una cirugía mayor, con todos los riesgos que esto puede tener:

Los riesgos de cualquier intervención bajo anestesia.
Reacciones a la medicación.
Problemas respiratorios.
Hemorragias.
Infecciones.
Los riesgos adicionales incluyen: * Infección del útero
Otros inconvenientes:

aumenta de 5 a 20 veces el riesgo de infección (endometritis)
aumenta el riesgo de internación del bebé en neonatología
aumenta el riesgo de distress respiratorio neonatal
aumenta el tiempo de internación materno
aumenta el dolor post-parto
Después del parto

Después de la cirugía, la madre es llevada a la sala de recuperación o a su habitación. Durante este tiempo, serán revisados su presión sanguínea, su pulso, su índice respiratorio y su incisión. Se la mantendrá bajo observación en caso de un sangrado vaginal en demasía.

Por lo general, permanecerá en cama 6 u 8 horas después de la cirugía, muy adolorida. Luego, se le recomendará a que se mueva con ayuda. Poco tiempo después de la cirugía se le quitará el catéter. La sonda intravenosa permanecerá conectada hasta que pueda comer y beber. Se le darán medicamentos para el dolor si ella lo pide.

Si estás despierta durante la cirugía, probablemente tengas al bebé en tus brazos muy pronto. Te llevarán a una sala de recuperación o a la habitación. Consúltalo con tu médico, pero deberías poder amamantar inmediatamente, aunque quizás el bebé este como adormecido unas horas y no reaccione como un bebé nacido por parto natural

En el hospital estarás entre 2 a 4 días, según tu evolución, y de la razón por la que se te practicó la cesárea.

Recuperación de la cesárea

Seguramente te sientas muy dolorida y necesitarás calmantes. La cicatrización puede llevar varias semanas. Mientras te recuperas puedes sentir:

Retortijones leves
Secreción o sangrado durante aproximadamente 4 a 6 semanas
Sangrado con coágulos y retortijones
Dolor en la incisión
Tomará de 4 a 6 semanas antes de que pueda regresar a tus actividades regulares

Eclampsia

Este término está relacionado con la también con la Preeclampsia. No te olvides de revisar los términos de nuestros glosario del embarazo.

La Eclampsia supone la presencia de convulsiones en la mujer durante su embarazo. Aunque estas convulsiones no se relacionan directamente con enfermedades cerebrales, es necesario acudir al médico para su control y revision. Normalmente suelen ocurrir tras la vigésima semana del embarazo.

Los síntomas más frecuentes que aparecen en las mujeres que la sufren son:

Convulsiones
Agitación intensa
Pérdida del conocimiento
Dolencias o dolores musculares
La Eclampsia la sufren 1 de cada 2.000 a 3.000 mujeres embarazadas. Algunos factores de riesgo son:

Primeros embarazos
Embarazos en adolescentes
Tener 35 años o más
Ser de raza negra
Embarazos múltiples
Antecedentes de diabetes, hipertensión o enfermedad renal (del riñón)

Desprendimiento de placenta

Si la placenta se desprende del útero antes de dar a luz, ya sea de forma parcial o total, se produce una hemorragia que puede poner en peligro la vida de la madre y del bebé.

Al desprenderse la placenta del útero, el bebé puede dejar de recibir oxígeno, nutrientes y hormonas que necesita para su desarrollo.


Cuando se presenta, por lo general ocurre luego de la semana 20 del embarazo.

Existen tres grados de desprendimiento de placenta:

Grado 1 - Desprendimiento pequeño. Se presenta una cantidad de sangrado pequeña, algunas contracciones uterinas, calambres y un leve dolor abdominal pero no hay signos de sufrimiento fetal ni presión sanguínea baja en la madre. En este caso el médico suele recomendar reposo absoluto si el período de gestación no es avanzado todavía. Si se produce cuando el embarazo está a término, por lo general se practica una cesárea para evitar posibles complicaciones.

Grado 2 - Desprendimiento moderado. Se presenta una leve a moderada hemorragia, contracciones uterinas, dolor abdominal más fuerte, y por lo general el feto presenta síntomas de sufrimiento en su frecuencia cardiaca. Si el embarazo no está en sus etapas finales, se le recomienda a la madre reposo absoluto y transfusiones. Si el embarazo está a término, lo normal es practicar una cesárea.

Grado 3 - Desprendimiento total o casi total. Este desprendimiento es el menos común, pero es el más grave. La hemorragia moderada a severa, o sangrado oculto, contracciones uterinas continuas, dolor abdominal, baja presión sanguínea en la madre, posible muerte del bebé. Este es un caso de extrema urgencia. La madre debe ser hospitalizada inmediatamente. Si se produce cuando el feto no esta totalmente desarrollado, es muy difícil salvarlo, si el embarazo es avanzado, se debe practicar una cesárea de urgencia. La mujer deberá recibir transfusiones de sangre y una atención medica urgente, ya que una hemorragia abundante puede causar shock y problemas de coagulación, a veces, muy difíciles de solucionar, que pueden poner en riesgo su vida.

A veces se produce un desprendimiento pero el sangrado es oculto, y se puede detectar en una ecografía y otros diversos estudios.

En resumen, los síntomas son:

Sangrado vaginal
Dolor abdominal
Contracciones uterinas incesantes
Sangre en el líquido amniótico
Náuseas
Sed
Sensación de desmayo
Disminución de los movimientos fetales




Los factores que pueden provocar un desprendimiento de placenta son:

Sufrir un accidente
Haber sufrido un desprendimiento prematuro de placenta en un embarazo previo.
Presión arterial alta durante el embarazo (preeclampsia).
Edad avanzada de la madre
Alto número de partos anteriores
Aumento de la distensión uterina (puede ocurrir con embarazos múltiples o un volumen anormalmente grande de líquido amniótico)
Diabetes
Tabaquismo en el embarazo
Consumo de cocaína u otro tipo de drogas psicoactivas
Beber alcohol durante el embarazo
Ante cualquier síntoma o sospecha que se presente de un desprendimiento de placenta, se debe acudir al médico inmediatamente, porque cuanto antes se actúe, menores serán las consecuencias.

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