viernes, 8 de febrero de 2008

Alimentación en los bebés: integrando alimentos sólidos

La buena y adecuada alimentación en los bebés y los niños es fundamental para un sano y normal desarrollo de todas sus capacidades, tanto físicas, mentales y sociales. Un niño mal alimentado no solo tendrá problemas en su desarrollo físico, sino que además su capacidad analítica y de relacionamiento con los demás y su capacidad de adaptación a nuevas situaciones y ambientes, se verá seriamente afectada.

Una mala nutrición en la primera infancia (de 0 a 8 años) puede tener efectos terribles e irreversibles. Un niño alimentado incorrectamente tendrá problemas de aprendizaje, de comportamiento, de rendimiento físico y en su salud reproductiva en el futuro.

Por lo tanto es muy importante prestar mucha atención a este tema aun cuando son bebés.

Durante los primeros meses el bebé solo se alimentará de leche materna o fórmula según el caso, y entre el cuarto y sexto mes se le comenzarán a dar sus primeras comidas sólidas. Ya te hemos explicado lo necesario y fundamental que debes saber acerca de la leche materna y de la fórmula.

El bebé debe ser controlado mensualmente para que el pediatra haga los controles del peso y tamaño, para ver si su crecimiento es normal y saludable. El pediatra se encargará de decirte qué alimentos deberás ir incorporándole paulatinamente y cómo.

Te explicaremos lo básico de la alimentación del bebé para que tengas una idea general de lo que es correcto.

El pediatra te recomendará, alrededor del quinto mes, que comiences a alimentarlo con papilla de algunas frutas y verduras.

Las primeras veces que intentes alimentarlo, te sentirás totalmente defraudada, habrás preparado la papilla con mucha dedicación y cuidado, y seguramente casi toda la comida termine en cualquier lugar menos en la boca de tu bebé. Es que los bebés solo se han alimentado con líquidos, no saben masticar ni tragar, solo succionar. Además solo conocen el gusto de la leche, por lo tanto otros sabores seguramente al comienzo le den asco, y hasta arcadas, y escupa todo o casi todo No te preocupes, esto es normal. Debes armarte de paciencia y repetir el procedimiento todos los días, ser constante es fundamental para que el bebé se vaya adaptando a la ingesta de alimentos sólidos. Verás que paulatinamente el bebé comenzará a tragar poco a poco la comida. Es importante que sus primeras comidas sean de gusto suave, para que no le den tanto asco. Cada bebé es diferente y consumirá los alimentos a su propio ritmo.



Los nuevos alimentos deben ser introducidos de a poco en la dieta del bebe, y debes seguir simultáneamente con la leche materna o la formula.

La cantidad adecuada que debe ingerir, el bebe te lo hará saber. Cuando no quiera más no lo obligues a comer de más, que coma la cantidad que quiere, si lo acostumbras a comer más de lo que necesita y quiere, aumentas las posibilidades de que cuando sea mayor se alimente en exceso y esto puede generar obesidad. Cuando ya no quiera mas, ya esta.

Se comienza con cereales sin gluten: sémola, maicena, arroz (el gluten es una proteína vegetal que contienen cereales como el trigo, avena, cebada y centeno) y zumos de fruta, luego papillas de vegetales y frutas. Luego las carnes, cereales con gluten: trigo, avena, cebada y centeno. Luego vendrán el yogur natural, el pescado, la yema de huevo, y finalmente el huevo completo. Y ya al año de vida, esta apto para casi todo tipo de comida, por supuesto siempre comida sana y suave, nada de frituras ni condimentos fuertes. Y ya puede tomar la leche de vaca y lácteos.

Quizás tu bebé presente alergias a ciertos alimentos. Algunos síntomas de alergia a las comidas pueden ser:

Dolor de estomago
Diarrea
Erupciones cutáneas
Estornudos
Vómitos
Por esta razón también es aconsejable incorporar los alimentos de a poco, y observar qué reacción tienen en el bebé, y detectar si presenta alguna reacción alérgica. Si introduces en la dieta los alimentos de forma paulatina te será más fácil identificar a qué elemento puede ser alérgico el bebé. Si esto llegara a suceder debes interrumpir la alimentación de ese alimento y consultar con el médico inmediatamente.

La lactancia: un vínculo único entre madre e hijo

La leche materna es el mejor y más completo alimento que puede recibir tu bebé. No sólo le estarás pasando todos los nutrientes indispensables para su crecimiento, sino que además le pasas tus propios anticuerpos, evitando así que se enferme siendo muy pequeño y no lo suficiente maduro para afrontar las enfermedades. Además de esto, amamantar es un momento tan sublime que quedará en tu recuerdo como una de las cosas más bonitas vividas. Se establece y fortalece la relación madre-hijo, dándole además a tu bebé la sensación de protección y seguridad que necesita para ser una persona segura de si misma, incidiendo así de manera positiva en la formación de su personalidad. En un parto natural, apenas el bebé nace ya busca instintivamente el pecho de la madre, por lo tanto es la primera experiencia importante interactiva que tiene con otra persona.

A medida que el bebé crezca, la leche materna lo ayudará a adaptarse a los alimentos que le incorporarás paulatinamente, ya que irá necesitando otros nutrientes además de los que le pasas con la leche. También le evitarás alergias y ayudarás a su salud dental. También se ha comprobado que el amamantamiento disminuye el riesgo de muerte súbita en los lactantes.

Si eres madre primeriza, te sentirás un poco preocupada al comienzo, no sabrás cual es la postura correcta para que tu bebé pueda succionar con comodidad, pero con el correr de los días encontrarás la forma adecuada y más cómoda para los dos, es que cada pareja madre-hijo es única, y los dos encontrarán la mejor manera.

En la primera mamada, lo más probable es que tu bebé no pueda alimentarse, porque todavía no has comenzado a producir leche, pero a pesar de esto es indispensable que él succione, porque de esta manera estará estimulando a tus pechos a que comiencen a producirla. La primera leche que sale se llama calostro. Es un líquido amarillento y muy aguado, pero es el mejor alimento que tu hijo puede recibir en sus primeros días de vida, ya que es riquísimo en elementos inmunizantes y lo ayudará a limpiar todo su sistema digestivo. Verás que sus primeras materias fecales serán de color verdoso oscuro, que se llama meconio.

Con el correr de los días tu leche se irá poniendo cada vez más espesa y blanca, hasta que finalmente tus pechos producirán la leche definitiva.

En las primeras semanas de tu bebé, puede ocurrir que tus pechos se congestionen, los sientas afiebrados, duros, sobrecargados de leche. Es que con el estímulo de succión al principio tus pechos elaborarán más cantidad de leche de lo que tu bebé necesita. Trata de alimentar más a tu bebé, pero si con esto no alcanza, extrae la leche en forma manual. Hay unos succionadores muy prácticos que te pueden ayudar a sacar el exceso de leche. Te sentirás muy aliviada. Con el correr de los días, tus pechos se adaptarán a la demanda del bebé y ya no producirás mas leche de lo que él necesita.

Para saber cada cuanto tiempo debes alimentarlo, te diría que generalmente es cada 3 o 4 horas, pero con el tiempo el mismo bebé te hará saber lo que necesita. Lo mejor es darle pecho “a demanda“. Te lo hará saber llorando, o haciendo movimientos a los costados como buscando el pezón, se queja, se retuerce, con el tiempo entenderás las maneras que él tiene de comunicarte sus asuntos. No es lo mismo un llanto de hambre, de dolor, de molestia, tú sabrás decodificar sus mensajes mejor que nadie a medida que lo vayas conociendo.
No necesitas una dieta especial, solo se te recomienda que tomes muchos líquidos, lácteos, caldos, jugos, agua. Sobre todo trata de consumir alimentos ricos en calcio, ya que la mayor parte del calcio que consumas se lo estarás pasando a tu bebe.

El amamantamiento es indispensable los primeros tres meses de vida de tu bebe, aunque lo mejor y más recomendado es hasta los 6 meses como mínimo, ya que por lo general en este periodo es cuando se le incorporan otros tipos de alimentos. La mayoría de los pediatras lo recomiendan hasta 1 año de vida o 2, cuando el niño empieza a relacionarse con personas distintas a las de ámbito familiar, y comienza a tener sus propias actividades independientes.

Ecografías 3D y 4D, ver al bebé de manera tridimensional y en movimiento

La ecografía es un procedimiento muy sencillo, que no tiene ningún efecto secundario para la madre ni para el bebé. El paciente se acuesta sobre una camilla, se le aplica un gel sobre la zona a estudiar, y el médico mueve el transductor sobre la piel, el cual emite señales de ultrasonido, que luego la tecnología traduce y compone en imágenes.

Es una herramienta muy utilizada en el embarazo, lo normal es tener un control cada unos 3 o 4 meses, y permite hacer un seguimiento de la formación y evolución del bebé. Hasta hace poco tiempo sólo se realizaban ecografías 2D. En estas se puede ver al bebé en dos dimensiones, una imagen plana, sin volumen, en la que se puede también ver el movimiento del feto.

Pero hace relativamente poco tiempo apareció una nueva tecnología, la ecografía 3D y 4D.

La ecografía 3D permite ver al bebé de manera tridimensional en pantallas de alta resolución. Por el momento sólo permite ver imágenes fijas, aún no es en tiempo real. Permite que se vea el volumen, y según la intensidad aplicada, se puede seleccionar el tejido que se quiere ver, por lo que permite hacer una reconstrucción en 3 dimensiones de la morfología externa del bebé o de los huesos. El color lo aplican los técnicos que realizan la ecografía, ya que el sonido no tiene color.

La ecografía 4D, se logra mediante la reconstrucción secuencial de las imágenes captadas por la 3D, y esto permite ver el bebé en movimiento. Se le llama 4D, no porque se refiera a la cuarta dimensión, sino simplemente para distinguirla de la 3D.

Se logran imágenes espectaculares, y se puede realizar en cualquier etapa del embarazo. Pero sin duda, el período ideal es entre las 24/25 semanas y 30/31 semanas. En el 75% de los casos se puede ver la carita del bebé, a veces es difícil de ver por la escasez de líquido amniótico, o porque las manos o el cordón umbilical cubren la cara del bebé.

Se puede ver cómo el bebé patea, ríe, bosteza, se chupa el dedo, verlo es realmente muy emocionante, y un momento totalmente inolvidable. Además ayuda a disminuir la ansiedad de los padres que se encuentran en la dulce espera.

Controles en el embarazo

Los controles prenatales son las visitas programadas al médico, y se realizan con el fin de vigilar y evaluar la evolución de la madre y del bebé durante el embarazo, para prevenir y detectar posibles problemas. El médico será la persona a quien debes consultar todas tus interrogantes, él debe estar al tanto de todo lo que te sucede.



Los controles en el embarazo deben comenzar cuanto antes. Apenas la mujer sospecha o haya confirmado su embarazo con un test, debe ir al médico.

En la primer visita el médico te hará muchas preguntas sobre tu historial médico y el de tu familia. También te mandará hacer análisis de sangre y orina y te harán un examen físico completo.

Estos son los análisis más comunes en la primer visita:

Exámenes de sangre: Hemograma, hemoglobina (verificar si hay anemia), grupo sanguíneo y factor Rh (descarte de incompatibilidad materno-fetal), glicemia, reacciones serologicas para sífilis, test de ELISA para HIV, dosaje de anticuerpos para rubéola, toxoplasmosis, y otras infecciones de interés.
Examen completo de orina: en busca de infección urinaria.
Toma de muestra de secreción vaginal, si fuera necesario.
Test de citología (Papanicolao), para descartar Cancer de Cuello Uterino, si fuera necesario.
La frecuencia de visitas al médico en un embarazo normal es:

Los primeros 6 meses del embarazo realizar una visita mensual.
Los meses 7 y 8 cada 2 o 3 semanas.
Por último, luego de la semana 36 una vez por semana.
Si el embarazo presenta alguna complicación o situación que necesite un mayor y más cuidadoso seguimiento, los controles serán más frecuentes según como los programe el médico. Esto puede darse en el caso de tener diabetes, hipertensión, haber tenido alteración en embarazos anteriores, embarazo múltiple, etc.

Debes tener en cuenta que mientras tu bebé esta en el vientre, sus necesidades pueden afectar tu salud, así como tus hábitos pueden afectar la de él. Dependen el uno de otro, y lo que afecta a uno, seguramente afectará al otro.

En las visitas posteriores a la primera, te controlarán lo siguiente:

El médico te preguntará acerca de los acontecimientos relacionados con el embarazo (síntomas o signos de alarma).
Controlará el aumento de peso de la gestante.
Controlará los signos vitales, en especial la presión arterial de la gestante para prevenir la preeclampsia.
Controlará el tamaño del bebé en relación a su edad gestacional, midiendo la altura uterina.
Pedirá e interpretará algunos exámenes que sean necesarios.
A partir de la semana 26 vigilará la frecuencia cardiaca del feto y la presencia de movimientos fetales.
A partir de la semana 36 re-evaluará la pelvis materna, ahora comparándola con el tamaño del bebé.
También serán necesarias pruebas funcionales de ecografía y otras para clarificar la anatomía, situación, presentación y posición del feto.
Según la frecuencia que el médico considere adecuada, se te controlará el nivel de azúcar en la sangre para prevenir la diabetes gestacional.
El medico determinara si es necesario darte un suplemento de multivitaminas, yodo o hierro.
Ecografías

La primera ecografía te la harán entre la semana 8 y 12. Es muy importante porque en ella comprobarán:

Si el embarazo es ectópico o si esta fuera de la cavidad uterina.
Comprobar que la gestación tiene un embrión y que esta vivo.
Saber cuantos embriones se están desarrollando. Cuantos más embriones sean, más riesgo tendrá el embarazo.
Precisar exactamente la semana de gestación, de esta manera se puede comprobar si el feto se esta desarrollando normalmente o no.
Las siguientes ecografías se harán entre las semanas 18 y 20 y otra entre la semana 34 y 36.

Importancia de la ecografía en la semana 20:

En la semana 20 el feto ya se encuentra totalmente formado, por lo tanto ya se pueden detectar malformaciones ya sea en el riñón, cerebro, corazón, etc.
Se puede observar si la placenta esta bien implantada y localizada (placenta previa)
Se medirá la cantidad de líquido amniótico.
Se mirará el cordón umbilical.
Se pueden ver algunas anomalías en determinados órganos que pueden poner en manifiesto si existe alguna enfermedad cromosómica.
Otros posibles controles durante el embarazo:

Triple screening, Translucencia nucal, Biopsia de corion, Amniocentesis, todos estos estudios son para detectar posibles anomalías cromosómicas.

Ecografía Doppler - Cuando se tiene sospecha de algún problema fetal, ya sea retardo de crecimiento intrauterino, problemas en algún órgano del bebé (sobre todo el corazón), etc.

Ecografías 3D o 4D - Es una ecografia como la común pero en 3 dimensiones, no aporta más datos que una ecografia común, pero se puede ver la carita del bebé en 3 dimensiones, lo que tranquiliza a muchas mamás.

Triple Screening o triple test, prueba en el embarazo para detectar anomalías cromosómicas.

El Triple Screening es una prueba de sangre que se realiza a la madre y que suele hacerse entre las semanas 14 y 18 del embarazo. En la misma se miden los niveles de determinadas sustancias en la sangre que podrían determinar ciertas anomalías cromosómicas del feto.



Se debe tener en cuenta que, al igual que la translucencia nucal, esta prueba no es un diagnóstico, solamente aporta datos que podrían indicar una malformación genética en el feto. Si a raíz de estos estudios, se tuviera sospecha de algún problema, entonces debería realizarse una amniocentesis o una biopsia de corion para tener un resultado más exacto.

Lo bueno de estas dos técnicas, tanto el triple screening como la translucencia nucal, es que no son invasivas, por lo tanto el feto no corre ningún riesgo; lo malo, es que no son exactas, y a veces provocan angustia y alarma en la embarazada en vano, ya que hay casos en que los niveles no son los adecuados, sin embargo, el bebé es normal. El nivel de fiabilidad del triple screening es de un 60%.

Las sustancias que se analizan en este análisis son:

AFP, alfafetoproteína- Si se detecta un aumento de esta sustancia, puede sospecharse de que el feto tendría espina bífida o alteraciones en la cabeza (anomalías del tubo neural, anencefalias). En tal caso se recomienda una ecografía para evaluar al feto. Según el momento del embarazo, si la AFT es baja podría haber Síndrome Down.
HCG, gonadotropina- Es una hormona producida por la placenta. Si sus niveles son más altos que lo normal, podría indicar Síndrome Down.

Estriol- Es una hormona elaborada por el feto y la placenta en conjunto. Si sus niveles son bajos podría existir Síndrome Down.

Se miden estas sustancias y se comparan con los valores considerados normales según la semana de gestación, determinándose así la posibilidad de alguna malformación.

Biopsia de corion o biopsia corial

La biopsia de corion es una técnica invasiva de diagnóstico prenatal que se realiza generalmente entre las semanas 10 y 14 del embarazo, para determinar si el feto presenta alguna alteración genética.

Mediante una punción, ya sea a través del cuello del útero o del abdomen de la madre, dependiendo de la etapa del embarazo o la posición de la placenta, se extrae una muestra de las vellosidades coriales, que forman parte del tejido que da lugar a la placenta. El procedimiento se realiza bajo control ecográfico. No precisa anestesia general ni hospitalización, solo se recomienda reposo y no realizar esfuerzos hasta pasadas las 48 horas luego de realizada la misma.



Ya que este tejido puede considerarse fetal, el estudio de sus células permite analizar si el mismo presenta alteraciones genéticas, entre ellas las alteraciones de los cromosomas 21, 18,13 X, Y.

Es una técnica similar a la amniocentesis, pero la diferencia principal radica en que el resultado de este examen se obtiene alrededor de las 24 y 48 horas luego de realizado, mientras que una amniocentesis demora unos 15 días aproximadamente.

Los riesgos de una biopsia de corion son un poco mas altos a los de una amniocentesis, o sea, pueden provocar un aborto en el orden del 1%, mientras que en la amnio se calcula en 0.5%. Pero esto depende en gran parte de la habilidad del especialista que realiza el estudio, debe ser alguien que este muy bien entrenado.

Este estudio, al igual que la amniocentesis, se realiza principalmente en embarazadas mayores de 35 años, o cuando se tiene sospecha de una posible alteración genética, generalmente arrojada por una translucencia nucal previa o por antecedentes familiares.

La amniocentesis

¿Qué es una amniocentesis?

La amniocentesis es una prueba en la cual extraen líquido amniótico del útero para posteriormente analizarlo, pues contiene células del feto.

Con este análisis se diagnostican o descartan problemas genéticos del bebé (Síndrome de Down), defectos del tubo neural (hidrocefalia, espina bífida), infección del amnios, otras posibles complicaciones y el sexo del bebé. Con la amniocentesis NO se tratarán ninguna de estas al alteraciones.



¿Para quién está indicada una amniocentesis?

- Que la embarazada tenga 35 años o más.

- Tener sospechas de posibles problemas debido a pruebas selectivas realizadas previamente

- Que hayamos tenido estas alteraciones en embarazos previos

- Tener antecedentes familiares de alteraciones genéticas (en este caso sería aconsejable pedir consejo genético antes de quedarse embarazada, para determinar las probabilidades de que nuestro hijo naciese con algún defecto genético).

¿Cuándo nos haremos una amniocentesis?

Normalmente se hará entre las 15 – 18 semanas, llegando incluso hasta las 11 o 12. No debe preocuparnos que se extraiga una pequeña parte del líquido amniótico pues el feto lo repondrá rápidamente.

¿Cuáles son los riesgos de una amniocentesis?

Como todo procedimiento invasivo , existen riesgos, los cuales serán:

- Aborto : alrededor de 1 por cada 200 – 400 mujeres aborta (mayor riesgo si se hace en el primer trimestre)

- Infección uterina: 1 de cada 1000

¿Cómo se hace una amniocentesis?

Primero nos harán una ECO para saber con exactitud el lugar del feto, la placenta y por tanto, el mejor sitio para realizar la prueba. El médico, tras utilizar anestesia local, insertará una aguja con ayuda de la ECO y así obtendrá el líquido. Después de esto, se realizará de nuevo una ECO para estar seguros de la normalidad del latido del bebé.

¿Qué molestias normales tendré durante la amniocentesis?

-Ninguna

-Ardor tras anestesia local

-Leve dolor o calambre tras insertar la aguja

¿Cuándo tendré los resultados?

En dos semanas. Esto es importante para la decisión que tomaría dependiendo del resultado.

Para los niveles de ALFAFETOPROTEINA (aFP), no es necesario esperar tanto tiempo, así si están demasiado altos, sospecharíamos defecto en el tubo neural, y por le contrario están demasiado bajos, Síndrome de Down.

¿Tengo alternativas a la amniocentesis?

- ECO

- Detección selectiva del suero materno (la prueba cuádruple detecta los niveles de alfafetoproteína y otras en la sangre de la madre)

Estos procedimientos no son invasivos, y por tanto no tienen los riesgos de aborto u otros. Diagnostican del 65 – 85% de los defectos.


NOTAS IMPORTANTES:

- El 95% de las amniocentesis son normales

- La precisión de la prueba es del 90% , así 2 de cada 100 niños con amniocentesis normales tendrán alteraciones congénitas

- El tratamiento de algunos de estos defectos serán intraútero y otros después del nacimiento, pero aunque no se puedan tratar será una información valiosa saber qué pasa para nuestra toma de decisiones y para los preparativos médicos especiales a la hora del alumbramiento.

- El riesgo principal para Síndrome de Down es la edad de la madre, y no tener algún familiar con Síndrome de Down.

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